El señor Pedro Sánchez ha conseguido su propósito. Le ha salido la jugada redonda y ha hecho realidad su gran anhelo: ser Presidente del Gobierno. Lo intentó por la vía democrática, concurriendo a unas elecciones, pero la ciudadanía le dio un rotundo e incontestable «No», más concretamente sus votantes, los socialistas, le otorgaron el peor resultado de la historia de su partido.

Pero él, muy seminfot, no ha escuchado. El error es de los votantes y se empeñó en salvar el obstáculo de la voluntad popular para llegar a la Moncloa. Me recuerda un poco al alcalde de mi pueblo, el menos representativo de la historia de la democracia.

Yo creo que los dos están cortados con el mismo patrón. Tienen tan alto concepto de sí mismos, que cualquier desfase respecto a ello es responsabilidad de los demás. ¡Qué más dará lo que opine la ciudadanía, esa a la que dicen representar! Ellos tenían clarísimo que iban a hacerse con la batuta en cuanto alguien la dejara sobre el atril, aunque no tengan ni idea ni capacidad para dirigir a músicos tan desafinados como los que les acompañan. Porque para conseguir una melodía, por sencilla que sea, hace falta afinar, concordar, saber de solfeo, atender a la sincronía, al ritmo. Y no es el caso.

Ya han improvisado la orquesta. Entre sus integrantes están los que no saben de música y aún así exhiben un instrumento muy aparente, que no saben utilizar, pero que queda muy bien para que parezca que tienen una idea remota de lo que van a hacer; otros tienen como meta cargarse la orquesta. Utilizan lo que tienen a mano para aporrear, para hacer ruido, interpretando su propia partitura, la que han escrito para su interés particular, porque les tiene sin cuidado el concierto.

Frente a ellos, Pedro Sánchez. Que quiere ser compositor sin tener ni idea de música y mucho menos de sentido de Estado, que es lo que se requiere para poner orden entre los afanes de particulares, que se frotan las manos ante su manifiesta debilidad.

Y por supuesto, ni hablar de convocar elecciones en breve, todo sea que el ciudadano opine libremente y le fastidie la fiesta antes de empezar.

*Concejal y presidente del PP de Nules