A pagar, a pagar y a pagar. La ciudad de Castellón tiene una de las tributaciones más altas de España. Lo dice un órgano externo nada sospechoso de ser político como es el Registro de Economistas y Asesores Fiscales de España, que nos sitúa como la segunda ciudad del país donde más se recauda en concepto de IBI, o la tercera en la que más se paga por el impuesto de circulación de vehículos. Y lo mismo con la basura, cuyo recibo no deja de subir año tras año.

La sensación que tienen los vecinos, porque así nos lo han transmitido, es que se paga mucho en impuestos. Y esa es la verdad. Sobre todo, cuando estamos viendo que no hace falta recaudar tanto, puesto que al final del año sobra dinero. Ni más ni menos que 17 millones de euros. ¿Para qué hay que ahogar tanto a los castellonenses si luego el equipo de gobierno del PSPV y Compromís no es capaz de devolvérselo a los vecinos en forma de servicios e inversiones? Exprimir por exprimir.

El bipartito se empeña en vender que ha reducido la presión del IBI a los vecinos, pero la realidad es que hay contribuyentes que están pagando más y que, según sus propios cálculos, esta partida terminará con un millón más de recaudación. Por tanto, la presión no baja.

El PP lleva meses pidiendo una bajada de impuestos a los vecinos. Proponemos una reducción del IBI de 7 millones de euros para el conjunto de la ciudad. También una revisión de los recibos de la basura, para hacerlos más progresivos, bajar el impuesto de circulación y bonificar el impuesto de obras y construcciones en proyectos de rehabilitación.

Más dinero en los bolsillos de la castellonenses significa más consumo. Y esa inyección se traduce en una dinamización del comercio y de la contratación de servicios a las empresas. En definitiva, en más empleo y riqueza. Ya es hora de que los del Pacte del Frau piensen en los vecinos, y no en sus intereses políticos.

*Portavoz del grupo popular en el Ayuntamiento de Castellón