Acaba el año y, pese a la nefasta gestión del Consell, puedo hacer una lectura positiva sobre el pacto firmado por todos los grupos en contra de la Violencia de Género y el Machismo. Un pacto consensuado para construir una sociedad libre de violencia y acabar con el delirio de superioridad patológica de algunos hombres, denominado machismo.

En este pacto se recogían 293 medidas para erradicar la violencia contra las mujeres pero no todas se encuentran plasmadas en los presupuestos del 2018. De nada sirve recoger estas medidas en un papel sino se fijan como objetivos en las cuentas y, por tanto, se destinan recursos económicos para hacerlas efectivas.

Actualmente, sigue faltando personal de atención primaria para las victimas. Así, por ejemplo, en Vila-real no disponemos de un técnico en el centro Infodona pues aún sigue en trámites. Y qué decir de las mujeres que viven en las zonas del interior de Castellón, abandonadas a su suerte por no disponer de un Centro Mujer 24 horas próximo.

Desde Cs hemos solicitado que exista dicho centro, así como afianzar la información y formación en las zonas rurales. Igualmente, hemos solicitado ampliar la protección al núcleo familiar, considerando a los animales de compañía parte de este núcleo. Es decir, es la Conselleria quien debe garantizar su protección y adecuar los protocolos de los hogares de acogida para mejorar su convivencia. Todo ello, sin olvidar una mayor formación a los agentes clave de atención a las víctimas.

Éstas y otras medidas se podrán llevar a cabo si el Consell repara en unos presupuestos comprometidos para esta causa sin discriminaciones entre provincias o zonas. De lo contrario, volveremos otra vez a la casilla de salida y con un pacto que quedará en papel mojado.

*Portavoz provincial y diputada autonómica de Ciudadanos