Esta última semana he visitado el yacimiento arqueológico del Torrelló del Boverot con motivo del inicio de las obras de consolidación de los restos. Las excavaciones llevadas a cabo este verano en la zona han permitido sacar a la luz los restos de una fortaleza y ahora es necesario garantizar que se mantendrán impasibles al paso del tiempo. Gracias a esa intervención pagada a medias por la Unión Europea, a través del Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER), y el Ayuntamiento de Almassora hoy sabemos que la que considerábamos la muralla del Torrelló era, en realidad, una fortaleza.

Los restos de la torre que han salido a la luz este verano son solo un ejemplo de aquello que debemos proteger y conservar, pero también difundir. Es por ello que la Concejalía de Patrimonio, a cargo de Carmina Martinavarro, prepara nuevas visitas al yacimiento. Si vinieron anteriormente, les recomiendo que vuelvan a hacerlo porque ha cambiado mucho tras las últimas excavaciones. Si todavía no se han acercado hasta nuestros orígenes, en breve tendrán una nueva oportunidad para visitarlo de forma gratuita y siguiendo las explicaciones del guía.

La actuación llevada a cabo con cerca de 30.000 euros ha abierto una nueva línea de investigación en el yacimiento íbero situado junto a la autovía. Los restos más antiguos de la época del Bronce, datados hacia el año 1000 a.C., son el origen del poblado, pero si nos acompañan en estas visitas guidas podrán ver en persona las distintas estructuras urbanas de las gentes que nos precedieron. Las calles con restos de sus viviendas adosadas y el paisaje del Millars entre los términos de Onda y Almassora son solo dos de los atractivos de este entorno.

EL PAPEL DE LOS fondos europeos es determinante para la excavación, la consolidación y el nuevo calendario de visitas que nos permite sumar este punto a otros espacios dignos de visitar como el Museu del Joguet o la desembocadura del Millars. Así miramos al futuro sin dejar de lado el pasado. En este caso, a los 1.800 metros cuadrados del yacimiento que el arqueólogo municipal, Gerardo Clausell, y yo estamos convencidos de que todavía nos deparará muchas sorpresas más.

*Alcaldesa de Almassora