Niza, ciudad francesa turística por excelencia, ha estado siempre orgullosa de poseer uno de los paseos con más glamour y romanticismo del área mediterránea. Al lado de la playa, el paseo fue urbanizado con aportaciones de residentes ingleses, de ahí su nombre, a finales del siglo XIX y ello debido a que era el punto de encuentro de las gentes de la época, durante su estancia en Niza. Los grandes hoteles, restaurantes y tiendas más exclusivas se alinean a lo largo de este Paseo de los Ingleses.

El 14 de julio es la fiesta nacional de Francia y, aparte de reafirmar el sentimiento patrio de nuestros convecinos, es una fiesta popular de calle. En los barrios de las ciudades y en los pueblos, se organizan bailes y cenas al antiguo estilo, sobre todo en las pequeñas ciudades. Es la fiesta del verano. Es, pues, una fecha señalada.

Casi por casualidad, a eso de las 12 menos cuarto de la noche del pasado jueves, se me cruzó un canal de televisión en el que daban un parte de urgencia sobre el horrible atentado que acababa de tener lugar en Niza. A pesar de que muchas escenas no fueron transmitidas, lo que se pudo ver, al principio, que luego ya no, fue una situación caótica, con cantidad de muertos y heridos en la calzada. Otros, tratando de huir de la masacre, se adentraban en el mar.

Horroroso y triste. Una vez más, el terrorismo se adueña de la población. H

*Secretaria provincial de Derechos Civiles del PSPV-PSOE de Castellón