Llegó el momento. El domingo, nuestro comité provincial aprobó en Llucena el calendario para la elección del secretario provincial del PSPV-PSOE de Castellón. Siempre, desde que entré a formar parte de la familia socialista a los 16 años, he entendido la política como diálogo, acuerdo, concordia, respeto… y como el mejor instrumento para construir un mundo mejor.

El PSOE es muy grande. Con 140 años de historia, ha sido el mejor instrumento para el progreso de nuestra sociedad. A las duras y a las maduras. Con errores y con aciertos.

Defiendo lo que creo con vehemencia y acepto como oportunidad los argumentos que me hacen cambiar de opinión. Porque en el PSOE también tenemos formas distintas de ver las cosas. Como en cualquier familia, no se coincide en todo; esto sólo pasa en las sectas.

Cuatro somos los compañeros que nos presentamos. Tres no hemos formado parte de la dirección los últimos años, aunque todos hemos arrimado el hombro desde nuestra responsabilidad. Ahora, con respeto, pero sin obviar la realidad, hay que ver qué es mejorable y quiénes ofrecen mayores garantías de intentarlo. La realidad es la realidad.

Nuestro proyecto federal lo lidera Pedro Sánchez y todos a una. El proyecto de país, el presidente Puig y ¡todos a una! Ahora, toca el provincial. Está bien hablar de todo, pues somos ciudadanos del mundo. Pero ahora, sobre todo, hablemos de Castellón provincia.

Somos la única Diputación de la Comunitat y de las pocas de España donde del PP, el de Fabra, continúa gobernando con mayoría absoluta, y ya son 22 años, una institución que debería estar al servicio de nuestros pueblos y ciudades. En 28 municipios no hemos obtenido ningún representante del PSOE. Y en seis, algunos fundamentales como Albocàsser, ni siquiera presentamos lista. A pesar de ello, el esfuerzo ingente de muchos compañeros y compañeras nos hace mantener gobiernos de progreso con el peor porcentaje de apoyo de la historia reciente. No tenemos senador por Castellón por primera vez en la historia, hemos pasado de dos a un diputado nacional y reducido el número de diputados autonómicos, datos que vamos a trabajar por revertir, recuperar e incrementar en las próximas convocatorias electorales.

Los buenos alcaldes saben que, si quieren ganar la confianza de sus vecinos, tienen que estar a su lado. Difícil es que confíen en ti si les diriges desde la distancia. Por eso, es imprescindible hablar de Castellón, comprometerse desde el municipalismo a revertir esta realidad, estando en el territorio, pero no cuando nos interesa, sino día a día.

Tiempo habrá, y es imprescindible, para el acuerdo, la integración. Ahora, como repitió constantemente nuestro querido secretario general, Francesc Colomer, que supo interpretar tiempos y realidad, retirándose de la reelección: «No es momento de intermediarios; es momento de la militancia. Un militante, un voto». El momento ya llegó.

*Alcalde de Vila-real