Si de algo estoy segura después de seguir diariamente la actualidad en distintos medios de comunicación y de asistir a intensos debates en redes sociales es que en este país y a estas alturas nadie es impermeable a la actual convulsión política originada en Cataluña. El llamado desafío catalán se cuela en todas las tertulias y en todas las casas y la preocupación trasciende cualquier límite o frontera. De ahí que el Grupo Municipal Popular haya decidido llevar al pleno del próximo jueves el debate sobre el independentismo y la insumisión del gobierno catalán presentando una iniciativa en la que manifestamos el apoyo de Castellón a las instituciones de todos, el respeto a la Constitución Española, a la soberanía nacional que reside en todos los españoles y la solidaridad con todos aquellos cargos públicos, como es el caso de los concejales del Ayuntamiento de Lleida -ciudad con la que estamos hermanados-, amenazados junto a sus familias por no seguir las consignas separatistas.

Y aunque nos satisface saber que no estamos solos, pues secundan la moción los concejales de Ciudadanos, es extremadamente preocupante la indefinición socialista. Es muy triste tener que recordar continuamente a quienes nos gobiernan que España es un país que respeta la pluralidad, la singularidad y la diversidad de los distintos territorios. Con los concejales de Compromís y Podemos, ya sabemos que no hay nada que hacer, ellos mismos se quitaron la careta el pasado miércoles participando en una manifestación independentista, pero aquí lo alarmante es el juego del PSOE y la alcaldesa, Amparo Marco. Su peligrosa vaguedad está permitiendo instalar en nuestra ciudad un discurso y una visión identitaria que nada tiene que ver con nosotros. Esta semana le ofrecí a Marco la oportunidad de tomar partido por el sentido común apoyando nuestra moción. Se negó. Veremos qué vota el jueves.

*Portavoz del Grupo Municipal Popular de Castellón