Tras el emocionado inicio de las fiestas patronales en honor a la Virgen de la Ermitana el pasado viernes, Peñíscola continúa celebrando la tradición con fervor. Estos días nos emocionamos con cada momento, celebrando la fe en nuestra patrona y viendo cómo en las caras de los más mayores se refleja el orgullo por la continuidad que garantizan los más pequeños al cumplir con la tradición.

Hoy domingo es día de devoción, es el día de la patrona. Hoy celebramos que tenemos un pueblo que cautiva, un pueblo de cine y unas fiestas que nos recuerdan que somos lo que somos, porque somos pueblo; que estamos donde estamos, porque estamos juntos, y que vamos hacia donde vamos porque nos mueve la fuerza de la voluntad por mejorar.

Por todo ello, hoy no es un domingo más, hoy todo un pueblo danzará, como cada 9 de septiembre, por su patrona. El espíritu de esta fiesta reside en todos y cada uno de los corazones que laten juntos y al ritmo de nuestra tradición, dentro de un marco de respeto y de convivencia.

Hoy los dansants, llauradores, cavallets y moros i cristians ofrecerán a los espectadores de una abarrotada plaza de Armas sus sentimientos más verdaderos y fieles. Las actuaciones, acompañadas por las notas de la agrupación musical Virgen de Ermitana, la dolçaina y el tambor, arrancarán lágrimas sinceras y aplausos de orgullo de vecinos y visitantes.

Con los tiempos que estamos viviendo, donde las rupturas y las fronteras centran buena parte de la actualidad en nuestro país, desde Peñíscola, en estas fiestas entonamos un canto a la hermandad, porque creemos, pensamos y sentimos que los vecinos son familia.

Con el recuerdo del alma de nuestro pueblo, de la historia sobre cómo se ha construido y llegado hasta donde está hoy, atraemos nuevas miradas que convierten nuestra Peñíscola en destino para viajeros que vendrán en busca de complicidad y de verdad. ¡Felices fiestas a todos!

*Alcalde de Peñíscola