Cuando veo las luces de Navidad encendidas en el Mercado Municipal en el mes de febrero, cuando compruebo que de las moreras que daban sombra en algunas calles de la playa de Nules solo quedan troncos serrados, cuando semanas después de los temporales los restos de escombros y basura siguen amontonados en un solar, cuando se tiene que suspender el pleno a media noche porque el alcalde no es capaz de dar respuesta a las preguntas comprometidas que se hacen desde la oposición sin perder el control, me viene a la cabeza la imagen de dos personajes muy populares: Pepe Gotera y Otilio. En eso han convertido mi pueblo de Nules los nueve concejales que se juntaron para gobernarlo contra la voluntad popular: en un cómic digno del genial Francisco Ibáñez.

Ojalá todo fuera fruto de la imaginación de un ingenioso y mordaz dibujante, pero por desgracia es la cruda realidad que vivimos en Nules, donde ya no nos vale eso de reírnos por no llorar. El disparate tiene que acabar cuanto antes, aunque nadie en el cuatripartito parece darse cuenta de la urgencia.

¿Acaso no parece digno de una parodia nacional que los mismos que justificaron gastarse más de medio millón de las antiguas pesetas en el alquiler de un árbol interactivo con wifi por no utilizar un árbol natural, ahora se dediquen a talarlos en la playa sin buscar alternativas más respetuosas con el entorno?

En eso se han transformado los que venían a cambiarlo todo, en una parodia de sí mismos, porque nada de lo que hacen tiene que ver con lo que nos prometieron que harían. ¿O acaso es transparente pagar por decreto de alcaldía más de 1.500.000 € de facturas sin consignación presupuestaria a falta de 15 días para acabar el año, para no tener que dar explicaciones ante el pleno sobre esos gastos?

Los vecinos de Mascarell empiezan a comprender dónde están las promesas que les hicieron para ganarse sus votos: en el aire, diluidas como el azúcar en una taza de café. Y en la Marjaleria, las casas van desapareciendo poco a poco ante la inoperancia de un cuatripartito incompetente que hace mucho que bajó los hombros. Mientras aquí filosofan y hablan de parques agrícolas dando la espalda a la realidad, en Castellón consiguen salvar todas las viviendas de su marjal.

En un cómic de Pepe Gotera y Otilio, en eso se ha convertido Nules en estos casi dos años de gobierno del pacto del gasto, solo que estas viñetas no tienen ninguna gracia.

*Concejal y presidente PP de Nules