Hay quien entiende la política local como un trampolín o como un escaparate para destacar. Para algunos es un medio, pero para otros, los que pensamos que los intereses de nuestros vecinos son lo más importante, es un fin. Y es que, por delante de cualquier ego o de cualquier presión, está conseguir que nuestros pueblos progresen. Esto es lo que, modestamente, hemos hecho desde el equipo de gobierno de Alcalà-Alcossebre: trabajar, sin miedo a reclamar lo que consideramos justo, mientras otros se quedan callados.

No ha sido una legislatura fácil: con una Generalitat que ha tenido muchas decisiones arbitrarias y sin oportunidad para el diálogo. Y otros, que podían haberse puesto al lado de sus vecinos, han preferido ponerse de perfil y colgarse las medallas del trabajo ajeno. Podíamos habernos quedado callados pero trabajamos por frenar un PATIVEL que no se ha consensuado con los municipios, para que no castigase a nuestros vecinos. Hemos reclamado que nuestros taxistas locales pudiesen trabajar en el aeropuerto de Castellón y logramos resolverlo. No permitiremos que el autobús del aeropuerto no tenga parada en Alcossebre. No podemos entenderlo siendo un destino turístico de primer nivel. Tampoco podemos permitir que la Generalitat proyecte una Vía Verda que se salta nuestro término municipal. Y, por supuesto, seguiremos reclamando que la Generalitat nos dé la atención sanitaria que merecemos, extendiendo la UHD a Alcossebre y que amplíe el transporte sanitario o que nos permita contratar Cruz Roja para tener ambulancia 24 horas. No paramos de pedir porque no sabemos ni podemos callarnos y porque conformarse para no enfrentarse con los de arriba es una traición a los vecinos que esperan de nosotros que seamos sus altavoces, ante todo y ante todos.

*Alcalde de Alcalà-Alcossebre