Saber ganar es importante, pero también lo es saber perder. En política, los resultados electorales dan y quitan razones y a algunos les cuesta aceptar la derrota. Los resultados en Alcalà-Alcossebre han dado la victoria al Partido Popular. Ha sido un triunfo sin paliativos que nos confirma que nuestros vecinos siguen confiando en nuestra gestión: hemos obtenido 1.500 votos más que Compromís y 600 más que el Partido Socialista. De nuevo, nos han dado el apoyo mayoritario.

Para mí, un orgullo volver a ser el alcalde de Alcalà-Alcossebre y seguir mejorando mi pueblo. Mis vecinos han entendido que no hacía falta ese cambio tan pregonado por algunos. Han visto que vamos por el buen camino. Esa debería ser la reflexión. Aceptar los resultados para mejorar. Pero no aprenden. Ni reflexionan ni admiten el resultado.

En lugar de felicitar al partido mayoritario, su primera reacción ha sido continuar con una campaña de mentiras y de acusaciones en falso. Llevamos ya mucho tiempo acostumbrados a que nos acusen sin aportar pruebas o que coaccionen e insulten a vecinos, representantes de colectivos y comerciantes para que no voten al PP, con anónimos en los que incluso faltan al respeto a familiares míos ya fallecidos. Hasta ahí llega su miseria. Ya lo denuncié en su día y ahora insistiré para que se investigue y se descubra quien se esconde tras esos anónimos y si, como ya se dice por el pueblo, es una persona vinculada a un miembro de la candidatura del PSOE. Por eso, que ahora se inventen delitos electorales que no existen, no nos sorprende y solo tienen un propósito: desviar la atención sobre sus malos resultados. Son de la escuela del «difama que algo queda». El único cambio que necesita nuestro pueblo es que se acaben las calumnias, las amenazas y las mentiras.

*Candidato PP Alcalà-Alcossebre