Cuál sería el resorte de aquellos que, embaucados por una leyenda de la que apenas había pruebas, decidían empeñar su vida para buscar un destino. Y no me refiero a los idealistas de la historia, sino a los perseguidores de lo inexistente: aquellos hombres y mujeres que decidían en plena ebullición de la conquista de América, jugar toda su existencia a la carta de lo intangible. Aventuras que no forman parte de la ficción, sino que hubo quien metió todo su pasado en una utopía para dar un paso más. El convencimiento arraigado, tal vez no tener nada que perder, tal vez el deseo de un futuro mejor.

No deja de sorprenderme, ya digo, como el ser humano sigue empeñado en avanzar, en desafiar a los elementos y a su propia vulnerabilidad para descubrir siempre lo nuevo: ya sea la Antártida, las nuevas fórmulas de entender la vida, la evolución científica o, incluso, en las nuevas maneras de entender la vida pública.

Y no me refiero a una quimera, sino a una realidad tangencial. El gobierno provincial hemos aprobado de forma unánime la creación de un Modelo de Integridad Institucional que supone aplicar tolerancia cero ante cualquier actitud dudosa de cualquier miembro de la corporación. Con esta decisión vamos más allá de lo que dice la Ley porque sabemos que los ciudadanos reclaman más: más transparencia, más buen gobierno, más rectitud. Y con esta herramienta no nos quedamos en una declaración de intenciones ya que vamos a crear una comisión de ética que, a su vez, creará un reglamento en un plazo de seis meses.

El gobierno provincial ha recibido varias distinciones por ser una institución transparente en los últimos años y hemos sido pioneros en, por ejemplo, eliminar a los políticos de las mesas de contratación o en facilitar todo aquello que sea de interés público, de acercar al ciudadano de a pie la institución. Esa la única forma de entender la política y la vida pública, la vida en general. La libertad como eje de crecimiento económico es una de las premisas en las que creo firmemente, en crear resortes para provocar el talento, y Castellón ha demostrado que cuando se le da libertad para crecer, aprovecha las oportunidades.

Que hoy en día seamos la provincia que mejor comportamiento económico tiene de toda nuestra autonomía y con un mercado laboral más resistente no es una casualidad. Es fruto de tener cada día mayor libertad. Y en eso nos esforzamos: en reducir la administración y que ésta sea, cada vez, más accesible y transparente. Menos palabras y más acción. No es una utopía, es perseguir lo que soñamos y convertirlo en una realidad. H

*Presidente de la Diputación de Castellón