El vehículo Perseverance aterrizó en Marte el pasado 18 de febrero, tras superar con éxito los siete minutos de pavor que implica atravesar la delgada atmósfera del planeta rojo y descender sobre su superficie a las 20.56 GMT. Detrás de esta espectacular misión está Diana Trujillo , ingeniera aeroespacial colombiana y directora del aterrizaje del Perseverance en Marte; una mujer de 40 años, con una increíble historia detrás que le ha permitido llegar hasta aquí. A Diana desde niña le interesaron las matemáticas y las ciencias, intentando saberlo todo sobre el espacio y las estrellas. En 1998, con 17 años, sin saber nada de inglés y con 300 dólares en el bolsillo, emigró desde Cali (Colombia) a Miami (EEUU) con un solo objetivo: no morir de hambre.

Trabajando duro, limpiando hogares, reunió el dinero suficiente para pagarse los estudios de Ciencias del Espacio primero, y luego de Ingeniería Aeroespacial. Y todo para cumplir un sueño: ser ingeniera en la NASA.

La semana pasada fue la encargada de relatar el aterrizaje de la nave en Marte, como responsable de las comunicaciones entre la nave espacial y los científicos en la Tierra, teniendo el honor de ser la primera persona que ha narrado el aterrizaje de una nave de la NASA en directo y en español.

Perseverar, que es el nombre del vehículo marciano, es una virtud del ser humano indispensable para alcanzar el éxito. La persona perseverante, como Diana, es aquella que, a pesar de los obstáculos que se interpongan en el camino, continúa trabajando y luchando con tesón para lograr su objetivo. Esto, junto a tener un pensamiento ganador, permite ver oportunidades donde otros ven dificultades, con la característica de tener una actitud hacia la vida que incluye tomarse los problemas como retos, confiar en uno mismo, no temer al fracaso, buscar soluciones, aprender de los errores y mantener la motivación suficiente para lograr aquello que se desea. H

*Psicólogo clínico

( www.carloshidalgo.es )