Comienza un curso político apasionante. Desde ayer, el Partido Popular de la Comunitat Valenciana, con la presencia de Pablo Casado, dio el pistoletazo de salida a un año de trepidante actividad con el horizonte en mayo de la celebración de las elecciones europeas, autonómicas y municipales, sin descartar la posibilidad de unas elecciones generales en cualquier momento, según lo que le dure a Sánchez el apoyo de los independentistas.

Un partido político nace como manifestación de unos mismos valores y principios de un conjunto de personas. Cuando esa voluntad dura ya casi treinta años, habiendo asumido tareas de gobierno durante buena parte de su existencia gracias a la confianza de sus vecinos, un año como este es la mejor oportunidad de demostrar el trabajo hecho durante estos cuatro años desde la oposición: el proyecto de ciudad y comunidad en el que hemos estado trabajando intensamente, con el objetivo de recuperar la confianza mayoritaria de los castellonenses, pensando en Castellón.

Isabel Bonig será nuestra candidata para ganar a ese bipartito liderado por Puig y Oltra, que ha sumido en el caos a la sanidad valenciana, que ha abierto las puertas al independentismo y que solo ha gobernado para sus votantes. Bonig es una política de raza, con convicciones claras y experiencia demostrada. En Castellón tendremos a la mejor candidata que podríamos imaginar, Begoña Carrasco, con unos ejes claros de poner a la persona en el centro político, reduciendo impuestos y burocracia, dando libertad de elección y mejorando los servicios públicos sin olvidar que Castellón deje de ser la embajada del independentismo.

El cambio ha comenzado en Andalucía. Comienza un año en el que pisaremos fuerte para explicar nuestro proyecto de ciudad y compartir nuestro trabajo para construir una ciudad mejor con la confianza de los castellonenses.

*Secretario general PPCS