Cuando Harper Lee publicó su novela Matar un ruiseñor poco imaginaba la autora que auel libro iba a suponer una sacudida en las mentes de todo un país. Obviamente, la adaptación al cine de la novela y la memorable interpretación de Gregory Peck hizo que aquella denuncia se ampliara. La novela narra la acusación a un hombre negro en un pequeño municipio del sur de Estados Unidos de un crimen que no ha cometido y como un joven abogado decide defenderle. A través de la simpleza de la visión de una niña, Matar un ruiseñor puso encima de la mesa un debate que no estaba resuelto en EEUU: la desigualdad racial. A veces lo más sencillo es lo que más funciona. Y cuando existe un problema hay que abordarlo, solo con la humilde ambición de intentar mejorar las cosas.

El arte es en realidad una herramienta para revolucionar las cosas. Y lo mismo debe conseguirse con la gestión de los recursos públicos. Desde hace ocho años, en el gobierno provincial somos conscientes de la necesidad de afrontar una cuestión clave para la supervivencia de nuestra provincia: la despoblación. Desde hace años llevamos actuando de forma activa para revertir la despoblación que hay en el interior de nuestra provincia y de la que depende nuestro futuro. Pero, además, una de las grandes apuestas del gobierno provincial ha sido unir a nuestra causa a todas las administraciones, colocando este asunto en la agenda de todos.

De hecho, esta misma semana se ha demostrado que el asunto forma ya parte de las acciones de gestión de la Federación Española de Municipios y Provincias, sino también en Partenalia, y en todos lo foros en los que hemos podido defender desde la Diputación de Castellón no el papel que jugaban las Diputaciones, sino el papel que debía jugar un mundo territorial, un mundo rural como el de nuestra provincia que debe tener Administraciones que velen por que se igualen los servicios, que todo el mundo pueda en libertad elegir dónde vivir. Cuando defendemos desde la Diputación no lo hacemos por la propia Diputación, sino porque entendemos que somos garantes de la igualdad de oportunidades en el territorio.

Un trabajo que forma parte de una constante preocupación por hacer de la Diputación de Castellón, una administración útil para una provincia que se refleja en cada área de actuación, con una discriminación positiva a los municipios pequeños de la provincia en esa promoción de la igualdad de oportunidades en todo el territorio provincial y la lucha contra la despoblación que definen en buena parte la actuación de la institución. En este tiempo hemos conseguido que las administraciones se preocupen de un problema que, de no poner freno, puede acabar por ser irreversible en un tiempo. La pérdida de población en el interior sucede en otros puntos de España y ha llegado el momento de que las administraciones cumplamos con nuestro compromiso y sentido de existir.

En nuestro caso estamos logrando mejorar la igualdad de oportunidades con las unidades de respiro, con ayudas a la natalidad, servicios asistenciales para mayores, les escoles matineres... Una discriminación en positivo para ayudar a cambiar las cosas. Que al final, es lo importante.

*Presidente Diputación de Castellón