Cuando hace muchos años comencé a recibir cartas anónimas que me insultaban a mí y a mi familia, intenté quitarle importancia y callé para no dar más protagonismo al cobarde que, escondido en el anonimato, intentaba hacerme pasar un mal rato. Aunque los insultos y las caricaturas fueron cada vez más ofensivos e hirientes, seguí sin prestar interés. Sin embargo, ya desde las últimas elecciones municipales, las cartas no se han dirigido solo a mí o a mis familiares sino que han ido llegando cada vez a más vecinos de Alcalà y Alcossebre. Personas que no tienen ninguna vinculación política y que han tenido que leer amenazas como «estás en el punto de mira» y «te tenemos vigilado» si votas a tal partido y a tal persona.

Sé que muchos de los que leerán ahora este artículo entenderán estas palabras ya que el número de anónimos, en los últimos meses, ha llegado a límites insoportables y se han extendido a asociaciones, comercios e incluso las han recibido compañeros alcaldes de poblaciones vecinas. Las campañas electorales no se hacen coaccionando, mofándose o faltando al respeto y, mucho menos, amenazando. Por eso, he decidido, como alcalde, ponerlo en conocimiento de la Guardia Civil. Se ha presentado denuncia y ahora quiero hacerlo público para que todos, en Alcalà-Alcossebre, seamos conscientes de esta campaña sucia y cobarde; que ningún vecino que reciba estos anónimos pueda sentirse amenazado o coaccionado y que ninguna persona ligada a un cargo público deba sufrir insultos. Jugando sucio no se llega a ningún sitio y menos con estas dosis de rabia y revanchismo inútil. Es momento de que condenemos estas acciones que lo único que hacen es desprestigiar la política. Al que se esconde, decirle que no tiene ningún poder porque la verdad la tiene siempre el que da la cara.

*Alcalde de Alcalà-Alcossebre