Basta ya de engaños a agricultores y ganaderos» fue el lema de la multitudinaria manifestación. La mayor del sector, como también es la Comunitat Valenciana la de mayor abandono agrícola de España, 2.225 hectáreas el pasado año.

No protestaban por la dureza de la vida en el campo, sino por los engaños, que también en nuestra tierra son de récord.

El primer gran engaño es buscar un enemigo imbatible para así dejar de luchar. Y de estos hay dos que se pueden considerar grandes:

1. El primero, pensar que España y la Unión Europea van a dejar de firmar tratados de libre comercio, cuando nuestra región es exportadora y sin ellos ni se venden azulejos, ni coches, ni naranjas, ni otras muchas cosas en el exterior.

Eso sí los tratados que se incumplan, como el de Sudáfrica, cuando entra cítrico con plaga o con inferiores exigencias sanitarias, deben denunciarse y paralizarse las importaciones --cosa que no sucede pues el Ministerio se niega--.

2. Culpar al mercado --que somos todos nosotros -- y pedir que el Gobierno fije precios, por ilegal no merece mayor comentario, pero además ningún país por esta vía logró éxito alguno… el último en intervenir precios ha sido Venezuela.

Y donde sí puede actuarse; márgenes, salarios, seguros, presupuesto, agua… es donde se hace lo contrario:

1. Para lograr algún beneficio agrario el problema no es el 4% de margen de Mercadona o Consum, sino los tributos que se pagan vía gasóleo, electricidad, Seguridad Social, IVA, IRPF... como destaca Daniel Lacalle «en la cadena de producción Hacienda se lleva en impuestos el 41% del beneficio y el 19% del precio».

2. En dos años, el Gobierno de Pedro Sánchez ha subido un 30% el coste salarial y de Seguridad Social, y según el pacto con Podemos, la inflación de costes laborales llegará al 50%, y los agricultores no podrán repercutir en un precio a la baja.

3. Todas las promesas presupuestarias han sido falsas, los ocho millones para los citricultores que habían perdido 300, de una Consellería de Agricultura que se deja sin pagar en 2019 el casi el 90% de lo previsto en ayudas para inversión.

4. Y el futuro presupuestario es peor, pues la consellería reduce el presupuesto para los agricultores pero lo eleva en un 31% para el personal y los asesores.

5. Los seguros suben de precio y la aportación del Consell se reduce hasta un 20%.

6. El consejo de ministros deja sin agua a los regantes del Tajo-Segura.

7. Ni el anunciado lobby ante la UE, ni la promoción, ni la lucha contra las plagas…

La solución no es ni mucho menos sencilla, pero pasa por no engañar más al sector y porque todas las administraciones descarguen fiscalmente a un sector que ha dicho «basta ya».

*Portavoz de Agricultura PPCV