Querido lector:

Conforme se van cumpliendo los plazos preelectorales identificamos cada vez más que los próximos comicios generales del 26 de junio serán un calco de los de diciembre con la salvedad del pacto Podemos e Izquierda Unida que en función de los resultados puede provocar muchas cosas... o ninguna. Ya veremos.

Pero en el sustrato, en lo importante, se perfilan a priori dos bloques como si irónicamente copiaran la teoría de las dos orillas de Julio Anguita, de la que se jactaba de no pertenecer, pero que Garzón ha obviado con ese pacto.

Dos bloques, uno de centro derecha (PP y Ciudadanos) y otro de centro izquierda (PSOE y Unidos Podemos) que no quiere decir que sean los que conformen alianzas para hacer factible la gobernabilidad (tal cual hemos podido comprobar en los últimos cuatro meses), máxime si tenemos en cuenta (y de ahí lo de calco) que todas las encuestas publicadas hasta ahora nos vienen a decir que los porcentajes de voto y la representación parlamentaria subsiguiente no variará significativamente de la resultante del 20-D. Ni siquiera con el mencionado pacto si hacemos caso al apriorismo o relación mántrica entre matemáticas y política, que dice que 2+2 nunca son 4. Pueden ser 5 ó 3 u otra cosa.

Este previsible panorama, apuntan los expertos, solo podrá variar con dos factores. Uno, que afecta directamente al electorado, es el porcentaje de abstención, que se prevé más alto debido al hartazgo político o a la desilusión del voto en algunas formaciones. Y otro, a la campaña, que tiene que ver con el tacticismo o estrategia de los partidos, un periodo más importante que nunca dada la volatilidad de muchos votos (hablan incluso de que más de un 30% de electores decidieron sus papeletas en el último momento influenciados por la campaña).

Por tanto, con estas premisas, no nos extrañe el enrarecido ambiente político que vivimos. En Castellón o en la Comunitat ya llevamos varias semanas de precampaña. Y se nota. Las guerras institucionales de las últimas semanas son el primer ejemplo. Pero habrá más. Ya los hay.