Alas puertas de un septiembre lleno de incógnitas, lo único claro en estos momentos es que habrá vuelta al cole. Aunque el aumento del ritmo de contagios complica el retorno a las aulas, la escuela tiene un papel fundamental en el desarrollo de los niños que no puede aparcarse por más tiempo. Ese es el consenso en los principales países de Europa, que ya han abierto los centros educativos (Alemania) o prevén hacerlo en las próximas semanas (Francia, Reino Unido, Italia). También en España, aunque en este caso la percepción es de una preocupante improvisación, sobre todo, en algunas autonomías. En la Comunitat Valenciana, el conseller Vicent Marzà aseveró esta misma semana que el sistema educativo valenciano está preparado para iniciar el curso «con la máxima presencialidad» y en «cualquier escenario», aunque advirtió que «el metro y medio, la mascarilla y los grupos estables de convivencia son instrumentos que han venido para quedarse». Este viernes, el conseller ha citado a toda la comunidad educativa valenciana para revisar los protocolos y tratar de dejarlo todo atado. Los sindicatos ya han avanzado que van a pedir más concreción, sobre todo en el caso de que haya positivos en algún colegio. Y es que todas las medidas son pocas.