Esta semana ha sido muy intensa en cuanto a emergencias en nuestra provincia. De norte a sur hemos vivido momentos de preocupación mirando al cielo. El temporal que anunciaban los servicios meteorológicos llegaba con sol y buen tiempo en las horas previas y el consecuente escepticismo de muchos. Llegamos a escuchar a quien comentaba que nos estábamos excediendo en las precauciones. Horas más tarde constatábamos que más valía prevenir que lamentar.

Quiero aprovechar esta tribuna, pues, para poner en valor esa tarea de prevención, de planificación para evitar improvisaciones porque cuando se trata de la seguridad no hay lugar para el azar.

El miércoles avanzábamos la activación de todos los equipos que deberían intervenir en caso de emergencia, anunciábamos el cese de las clases para jueves a mediodía, recibíamos avisos de las federaciones deportivas para cancelar la jornada del fin de semana. Quizás pudiera parecer exagerado, pero hoy vemos que con previsión se garantiza la seguridad.

Tras dos días duros para todos, no puedo más que agradecer el trabajo de los implicados en cada ayuda humanitaria necesaria, cada atención, cada actuación que ha servido para que el temporal no haya dejado tras él daños personales. Parece un milagro, pero en este caso es fruto de un trabajo previo, coordinado y ejecutado por profesionales que sabían muy bien lo que debían hacer.

Policía Local, Guardia Civil, brigadas y bomberos nos han dado una lección. Los mismos a los que algunos critican por llevar uniforme, en estos momentos velan por nuestra seguridad, por nuestra vida, y eso es justo que lo sepamos agradecer. A todos, en nombre de los vecinos y vecinas, a los que represento como alcalde, y en nombre propio como ciudadano que ha temido la tormenta, mi más sincero agradecimiento, de corazón.

*Alcalde de Peñíscola