La sanidad pública es uno de los pilares fundamentales del estado de bienestar. Un baluarte que el PSOE ha decidido dinamitar con políticas que lejos de reforzar la excelencia de hospitales, centros de salud y consultorios, ataca a las plantillas, recorta en horarios e incrementa la espera quirúrgica a miles de pacientes.

Esta semana los coordinadores y jefes de servicio de los Servicios de Urgencias Hospitalarios de la Comunitat, que forman parte de la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias (SEMES CV), tildaban de «insostenible» la situación.

LA ALERTA no es gratuita. Llega después de años de políticas lesivas con las que el PSOE ha tratado de desmantelar centros de referencia y echado a la calle a profesionales excelentes. Los castellonenses lo hemos vivido en primera persona en el Hospital Provincial. El PSOE ha convertido al centro hospitalario en la diana de sus dardos en lugar de trabajar para reforzar y garantizar la labor encomiable de sus empleados y profesionales.

Que el objetivo del PSOE nunca fueron las personas ha quedado claro. Cien días es la media de espera que Ximo Puig impone a quienes esperan una intervención quirúrgica. Más de tres meses de desesperación que lejos de reducirse se amplían y crecen para mayor drama de quienes pagamos con nuestros impuestos la nómina del Botànic II.

EN MI PUEBLO, Almassora, el consultorio médico de la playa ha pasado de abrir cinco días a la semana a solo tres. Ahora el PSOE califica de optimización de recursos lo que antaño eran recortes en sanidad. Cambia el lenguaje cuando gobierna la izquierda y las consecuencias las sufrimos los ciudadanos que vemos cómo las puertas de este servicio básico se cierran porque quienes gobiernan «optimizan los recursos».

Pero Almassora es solo un pequeño ejemplo. Hay pacientes que esperan hasta 103 días para una intervención quirúrgica, porque los recortes en sanidad sirven ahora para pagar a quienes el mes pasado se repartieron las nóminas. Disparado el número de altos cargos para garantizar la estabilidad de un PSOE que se apoya en las muletas de Compromís y Unidas Podemos-EUPV. Toca alimentar a los 137 altos cargos, hasta un 34% más que en 2015, y pagarle la nómina a los asesores, que pasan de los 74 a los 116, es decir, un 57% más.

Los profesionales han lanzado una llamada de auxilio para atender a la avalancha de pacientes a los que el PSOE ha abandonado en la cuneta. «Necesitamos su ayuda urgente y su compromiso para abordar los problemas de recursos y de organización en los hospitales», señalan.

Desde aquí, nuestra mano tendida para construir y garantizar una sanidad pública y de calidad. La excelencia de la que el Hospital Provincial de Castellón ha sido referente en oftalmología, oncología y salud mental. Para blindar a los profesionales del ramo cuyas manos salvan vidas y nos protegen. Y para hacerlo con el convencimiento de trabajar por nuestros ciudadanos, los mismos a los que el PSOE ha dado la espalda para abrazar a sus socios y garantizarles los sueldos que le aseguren la estabilidad del gobierno. Un gobierno que todavía no ha cumplido cien días, pero que impone más de tres meses a quienes les pagan sus nóminas.

*Diputado autonómico por el PP en Les Corts Valencianes