Semana Santa nos reta. Probablemente los índices de ocupación turística serán positivos. Hemos tenido un buen arranque de año y el desafío de la desestacionalización va cobrando visos de credibilidad. Cierto que tenemos viento de cola por mor del contexto internacional, pero el sector turístico castellonense ha presentado sus credenciales con determinación. Nos queda mucho por recorrer, pero los empresarios, autónomos y trabajadores del sector van generando tejido y expectativas.

De ahí que las administraciones públicas debamos interpretar acertadamente el momento que estamos viviendo. De ahí que vuelva a destacar el buen ejemplo de colaboración que significan los planes de Gobernanza y Dinamización Turística que impulsamos junto a las diputaciones y las mancomunidades y agrupaciones de municipios. La provincia de Castellón tiene ya cinco planes de estas características en marcha. Su duración y estabilidad es una garantía. De entrada, tres años de inversiones y estrategia compartida. Este es un aspecto especialmente relevante. Compartir la estrategia entre todos. De ahí que, a la participación de todas las administraciones, se incorpore la opinión activa de las asociaciones del sector de cada demarcación afectada. Pero también las universidades con las que hemos conveniado que nos aporten su conocimiento.

Así pues, estamos conformando una arquitectura de coordinación que incorpore a todo aquel que aporte valor para reconstruir un modelo turístico competitivo, diferenciado y fundamentado en la calidad. Hemos acabado ya el Libro blanco de turismo para una Nueva Estrategia en la Comunitat Valenciana (no existía desde 1990), la estrategia del paisaje para vertebrar los espacios turísticos y los valores del Código Ético Mundial de Turismo (adaptado ya a la realidad de la Comunidad Valenciana). Deben ser instrumentos para mejorar nuestro destino. En definitiva, una gran conjura colectiva con raíces en lo público, lo privado, la universidad y la sociedad civil. Creo, sinceramente, que estamos definiendo un modelo singular y ciertamente único en todo el estado.

De todas las cosas que tenemos que hacer entre todos y sin olvidar para nada los aspectos promocionales, marketing, inteligencia de mercados o gestión del big data, conviene poner el énfasis en el producto.

Un buen producto, de base territorial, para que sea genuino. Un producto que, más allá de la estandarización, acentúe los rasgos autóctonos. Aquello que no tiene réplica en un mundo global. Y aquí, sin duda, el relato que nos vertebra es el de la identidad cultural. Nuestra historia, patrimonio, arte, gastronomía, idiosincrasia, tradiciones, naturaleza, hospitalidad…

Semana Santa nos pone a prueba, como al resto de destinos. Probablemente arrojará unos buenos resultados, pero la procesión es larga y el camino de un futuro mejor debemos visualizarlo todos juntos. Saber a dónde vamos será clave. Cuando Alicia le pregunta al gato qué camino debe tomar, este le responde que depende de adónde quiera ir. Ella le contesta que eso no le preocupa y el felino concluye que, si es así, poco importa la dirección que tome… Que la indiferencia o la desgana no se nos apodere nunca de nosotros.

*Secretario Autonómico de Turismo