La Guardia Civil tuvo que emplearse a fondo para detener este verano al mayor ciberestafador de la historia de España y uno de los 10 fugitivos mas buscados por el FBI: un escurridizo joven de 23 años que llegó a manejar ingresos de 300.000 euros al mes. Actualmente entre rejas, Lupín sigue siendo un fantasma pues se desconoce su rostro y su nombre. Cuando le detuvieron tenía 50 móviles y 100 tarjetas SIM de prepago identificadas a nombres de terceros, además de material informático con el fin de obtener mas de un millón de euros en el próximo Black Friday.

El modus operandi era la venta de productos electrónicos (videoconsolas y teléfonos sobre todo) en tiendas on line fraudulentas, a través de páginas web copiadas de las legales. Estas falsas páginas duraban solo unos días activas para desaparecer sin dejar rastro y, por supuesto, sin enviar producto alguno al comprador.

A pesar del corto espacio de tiempo, debido a una intensa campaña de publicidad y ofertas golosas, lograba captar muchos clientes. Lupín sólo temía a la Guardia Civil, por lo que tomaba exageradas medidas de seguridad, utilizando distintas identidades, pagando siempre en metálico y no llegando a residir más de una semana en un mismo lugar.

Ese obsesivo miedo a la Benemérita, como si de una profecía autocumplida se tratara, le llevó a hacerse pasar por un agente de esta misma unidad, con el objetivo de obtener información de cómo iban las pesquisas sobre sus delitos. Ese fue su gran error y se consideró un factor clave para su detención. La profecía autocumplida hace referencia a cómo el peso de nuestros pensamientos afecta en las decisiones que se van tomando, pudiendo acabar convirtiendo la profecía en realidad, pues el pensamiento predictivo que la persona tiene se transforma en la causa de que esto se realice.

*Psicólogo clínico