A pesar de las diferentes opiniones en el ámbito político y ciudadano sobre la actitud del Gobierno español y del Govern de Cataluña, lo bien cierto es que, por parte del primero, han habido ofertas de diálogo que hubieran podido ser aprovechadas por la parte discordante, es decir el Sr. Puigdemont y su equipo. Diálogo sí, pero dentro de la legalidad.

Qué duda cabe que las consecuencias de la situación que estamos viviendo en nuestro país, en el marco de nuestra democracia, ya se han hecho notar a todos los niveles . La previsión de crecimiento ha bajado para el 2018. Sabiendo que los independentistas aprovechan cualquier acción o excusa, por mínima que ésta sea, para desprestigiar a España, que no a Cataluña, la implementación del artículo 155 debería ser comedida y bien estudiada por los organismos responsables. Si no hay más remedio que aplicarla y tomar las riendas de la comunidad secesionista, pues a ello, pero con prudencia y mesura, tal y como ha declarado Pedro Sánchez.

Angela Merkel, Emmanuel Macron y Theresa May principalmente, además de los otros dirigentes de los países miembros de la UE, han manifestado su apoyo al Gobierno español y su no aprobación a la postura del Gobierno catalán. El presidente de Eslovenia ha pedido que no utilicen a su país como ejemplo de independencia de la antigua Yugoslavia, porque en ésta no había democracia y en España sí. Además, en su caso, medió una guerra dura e injusta.

La manipulación de las masas es algo evidente y pena me dan los jóvenes manifestantes cuando reivindican la independencia de una comunidad autónoma cuando una minoría de ellos, tan solo, tiene una idea clara de lo que ha ocurrido en los últimos 50 años del siglo XX. Ni idea ni interés por conocerlo.

*Secretaria provincial de Derechos Civiles del PSPV-PSOE Castellón