Pertenezco con orgullo desde los 16 años al mejor partido, al PSOE. Un partido sin el cual no podría entenderse la historia de España. Durante 138 años, los anhelos de justicia social, libertad, igualdad y solidaridad de nuestro fundador, Pablo Iglesias Posse, y un pequeño grupo de compañeros han sido transmitidos de generación en generación por militantes socialistas comprometidos por la transformación de la sociedad a través del único instrumento útil, la acción política.

El pasado domingo 26 de febrero, en Madrid, volví a sentirme en mi casa, como con mi familia, en el PSOE de siempre, el de los casi 140 años de historia de transformación social.

Ver juntos a todos, absolutamente todos, los que he visto en mis 42 años de vida luchar por los mismos objetivos, aunque desde la sana discrepancia estratégica y de medios para alcanzarlos, me hacía pensar en todo menos que se trataba de una unión para la destrucción de este gran partido. Sería tanto como pensar que, cuando uno camina en una dirección y todo el mundo le viene de frente, son los demás los que caminan equivocados. Demasiado presuntuoso.

Felipe y Guerra; Zapatero, Bono y Matilde Fernández (porque Rosa Díez fundó otro partido); Rubalcaba y Chacón; y Eduardo Madina, todos los que he votado o no he votado en los distintos procesos internos de elección a secretario general de la historia de nuestra actual etapa democrática arropaban y mostraban abiertamente su apoyo a una mujer, de mi generación, secretaria general de la federación con más militantes del PSOE, presidenta de la comunidad mas poblada de España, ganadora de elecciones, militante con cultura de partido, con experiencia en la política local, nacional y autonómica.

Hablo de nuestra candidata a las primarias, de Susana Díaz. Con Susana comparto muchas cosas, pero, por encima de todo, su modelo de partido, por el que he trabajado y seguiré trabajando como militante, el que huye de los populismos, el asamblearismo inútil, la demagogia, la imitación oportunista de otros. El PSOE 100% PSOE, el que reconocen los ciudadanos desde el 2015 en los pueblos y ciudades donde gobernamos, en cerca del 80% de la población. El PSPV-PSOE del presidente Ximo Puig que está devolviendo los derechos y la reputación al pueblo valenciano.

Ayer presentamos el grupo de apoyo a la compañera Susana Díaz en Castellón, ilusionados con reencontrarnos con el PSOE de siempre, del que nos sentimos orgullosos por lo que hizo, con nuestros errores, de lo que hace hoy en ayuntamientos y comunidades autónomas, y de lo que haremos para mejorar la vida de la gente con respuestas a los nuevos retos que nos plantea el mundo de hoy, el futuro.

Un grupo abierto en el que caben todos; abierto al debate, al respeto entre todos los compañeros y compañeras, a sumar esfuerzos, a salir más unidos.

No olvidemos quiénes somos y de dónde venimos, porque ya lo dice muy sabiamente el refranero español: quien olvida sus raíces, pierde su identidad.

*Alcalde de Vila-real