Del mismo modo que el agua y el aceite nunca pueden mezclarse, PSPV y Compromís pactaron un acuerdo en Almassora para repartirse despachos, nunca para gobernar en equipo. A nuestro pueblo lo gestionan dos partidos que actúan por libre, se dan la espalda y gastan nuestro dinero, el que pagamos con los impuestos, sin pensar en un proyecto común. Desde el 13 de junio del 2015, ni existe un modelo de ciudad ni un objetivo que una a estos dos partidos. Hay un deseo de cada uno de ellos por figurar, por hacerse la foto y ganar protagonismo. Sufragado de nuestros bolsillos.

El último ejemplo de esta gestión paralela la hemos vivido este mes de febrero. El PSPV ha decidido dejar sin carpa a los jóvenes que durante nuestra etapa de gobierno disfrutaron de la fiesta del carnaval bajo un entoldado.

En el mandato 2011-15 a Almassora la gobernaba un equipo. La concejala de Juventud, María Tormo, se coordinaba con nuestro compañero Arturo Soler, entonces regidor de Fiestas, para organizar actos como el de carnaval de forma conjunta. Y los gastos se financiaban con cargo a ambas concejalías.

Pero esta etapa ya pasó a la historia. Compromís reconocía este lunes en comisión que la partida de Juventud se había agotado. Y que no había podido financiar el alquiler de una carpa para el carnaval. Mientras, el PSPV, que en Almassora dirige la cartera de Fiestas, guardaba silencio a nuestra pregunta: ¿Por qué no se han coordinado para sufragar conjuntamente la estructura?

La respuesta es fácil. El PSPV no le paga nada a Compromís. Así de claro. Y si los jóvenes se han quedado en la calle, no importa. El PSPV tiene claro que señala a su socio como máximo responsable de esta situación cuando en realidad son ellos los que condenan a nuestro municipio por el mero deseo de retener la alcaldía.

Compromís y su malgasto ha esquilmado las cuentas de Juventud. Pero es el PSPV el que está permitiendo este desatino de gobierno; el que ampara con su silencio que los jóvenes se queden tirados en la calle para celebrar el Carnaval; el que condena a Almassora a dejar de ser el objetivo para ser el medio que les permita retener la alcaldía.

Desde el PP hemos venido repitiendo desde el 2015 que a nuestro pueblo lo gobiernan dos ayuntamientos. Y estas situaciones ratifican nuestra crítica. En febrero, los jóvenes se han quedado sin carpa para carnaval. Sin embargo, en noviembre del pasado año, el PSPV montó su carpa en la plaza del Ayuntamiento y Compromís montó la suya en el Recinte Fester.

Es curioso. De pagar dos carpas para que cada partido se luzca, a no pagar una para que los jóvenes disfruten del carnaval a cubierto. Este es el pretendido equipo de gobierno que nos dirige y que gasta nuestro dinero. Eso sí, para lo que les interesa. Porque Almassora nunca estuvo entre sus prioridades. Su objetivo fue otro: ocupar despachos y garantizarse la alcaldía.

Hacerlo a costa de nuestros bolsillos. Porque dar servicio, poco, pero subirnos la tasa de basuras lo han hecho sin que les tiemble el pulso. Y su eficacia no hace falta probarla, la vemos todos los días cuando salimos a la calle.

*Portavoz del PP en Almassora