No hay semana que con el tema lingüístico el Consell de Puig y Oltra no nos dé una sorpresa. Ellos no se cansan, da igual lo que está pasando en Cataluña, ellos siguen con su pico y su pala intentando apuntalar el nacionalismo más extremo en la Comunitat Valenciana.

No era suficiente con que los médicos que trabajan aquí no tengan que ser los mejores, sino tener los titulitos del valencià, lo mismo le ocurre a grandes músicos en el Conservatorio y a una gran cantidad de profesionales a los que se les ha relegado porque han primado más los aspectos catalanistas que los profesionales.

ESTOS DÍAS les ha llegado el turno a los deportistas, ahora, tras un nuevo decreto que ha publicado el Consell, las federaciones deportivas tendrán que promover el valenciano cuando ejerzan funciones públicas. Los que practiquen deporte en el Alto Palancia deben estar encantados (es irónico, que luego todo lo que digo se malinterpreta) No sólo me parece ridículo este punto, sino que me parece una intromisión inadmisible en la libertad de las personas. Es que a este ritmo, el día menos pensado, me aparece Ximo Puig en la cocina de mi casa para ver la lengua en la que hablo mientras ceno. Un despropósito, una aberración, una vergüenza…

Pero en eso consiste la hoja de ruta del Consell del Botànic en «fer país».

Cuando en campaña electoral la izquierda hablaba de los nuevos tiempos se les olvidó contarnos, que una de las principales novedades iba a ser la imposición catalanista en todos los sectores de la sociedad ¡vaya con la trasparencia y con los que dan lecciones de ejemplaridad! Te piden el voto para rescatar personas y utilizan el poder para adoctrinarlas.

Pero donde más radicales y sectarios están siendo es en la política lingüística educativa, ahí están echando toda la carne en el asador. En este momento están elaborando una ley los grupos de izquierdas, que no le gusta a nadie. Tanto el alumnado, las familias, como el profesorado han rechazado la norma y han denunciado la falta de participación de la comunidad educativa. ¡Pues menos mal que iban a «escoltar la veu d’un poble»¡ ¿Yo me pregunto ¿A qué «poble» se referirían, al catalán? ¡Porque el valenciano está poniendo el grito en el cielo y nadie les escucha!

LA LEY que quieren aprobar en Les Corts antepone la imposición del valenciano al aprendizaje del inglés, intentando hacer desaparecer o llevar a mínimos todo lo que huele a español, del sistema educativo valenciano. No entienden que no se puede hacer una ley a espaldas de la sociedad valenciana, en contra de sus intereses y de sus propuestas. Pero Ximo Puig debe pensar: y a mí que más me da lo que diga la gente, yo a lo mío: «a fer país» a meterles a todos el catalanismo en vena.

*Diputada autonómica del PP