Está de moda construir discursos en base a falacias, a eslóganes o simplemente en torno a mentiras, y el PSOE se ha esmerado en esta faceta hasta el punto de embaucar a otras formaciones políticas (que no a los ciudadanos) para llegar al Gobierno. Una verdad incuestionable es que la Comunitat está infrafinanciada. No hay, sin embargo, un único método para solucionarlo ni existía una voluntad real de reforma en el presidente autonómico Ximo Puig; en la vicepresidenta, Mónica Oltra; ni en el presidente español, Pedro Sánchez.

Apenas una semana después de llegar a la Moncloa, aseguraba que en esta legislatura no tiene tiempo de reformar el modelo que su partido implementó hace ocho años, con el que surgieron los problemas de infrafinanciación para la Comunitat Valenciana. El discurso previo de Puig se desmoronó porque era mentira su interés por mejorar el bienestar los castellonenses, valencianos y alicantinos, solo pretendía erosionar a Rajoy.

Antes montaba manifestaciones, exigía reformar ya el sistema, que tuviera efectos retroactivos y condonar la deuda histórica. Un órdago. Ahora a Pedro Sánchez se le da una prórroga de dos años, al menos, para solucionarlo. Puig traga con la bilateralidad de los acuerdos que propone Sánchez; y el conseller de Hacienda, Vicent Soler, que en el año 2017 decía que Castellón dejaba recibir 150 millones al año con este sistema, ni chista.

Somos nosotros, desde el PP, los que pedíamos esa reforma a Mariano Rajoy y la seguimos demandando. La diferencia es que con Rajoy había una posibilidad cierta de que este año hubiera una propuesta de reforma avalada por todos en el seno del Consejo de Política Fiscal y Financiera y, ahora, en el horizonte no hay nada.

Que Pedro Sánchez no tenía palabra quedó claro al ver sus alianzas en la moción de censura, y que Ximo Puig nos iba a dejar en la estacada a la primera oportunidad tampoco sorprende. Ni tan siquiera que Compromís se haya vendido por mantenerse en la poltrona del Consell. Nada debe sobresaltarnos: se sabía.

La infrafinanciación se mantiene y también la mentira de las reivindicaciones de Puig. El PP seguirá trabajando para que esa reforma se acuerde sin pactos ocultos ni prebendas políticas a territorios en función de los apoyos que Sánchez necesita para mantenerse en la Moncloa.

El único pacto debe ser con España repartiendo con justicia los fondos y la Comunitat Valenciana, sin duda, necesita que ese modelo mejore nuestra financiación. Necesitamos dirigentes que crean en el país por encima de las siglas y los que tenemos al frente de la Generalitat han demostrado ser enanos en la defensa de los intereses de los ciudadanos y gigantes en el de los propios.

*Presidenta del Partido Popular de la Comunitat Valenciana