No queremos más disculpas de Puig sino que, por una vez, actúe, porque está en juego la vida de las personas y la gran mayoría nos sentimos engañados ante tanto desconcierto y palos de ciego en las decisiones. A estas alturas del covid-19, llevamos demasiadas disculpas del president de la Generalitat en poco tiempo. Tantas que ya empezamos hasta a dudar de su sinceridad. Primero se disculpó por no prever la pandemia, luego por no proporcionar material al personal sanitario y socio-sanitario para evitar contagios y muertes en algunos casos, y ahora por no pasar de fase la mayor parte de nuestra Comunitat al desconocer los requisitos para hacerlo. Pero la paciencia, con cerca de 1.500 fallecidos en la Comunitat, miles de infectados y dos meses confinados, tiene un límite.

Puig, en lugar de esconderse tras las pantallas, tiene que comparecer ante las Cortes y salir a dar explicaciones porque muchos tenemos la sensación de que alguien está mintiendo. O Sánchez o el señor Puig. Desde el primer momento venimos pidiendo test masivos para poder combatir la pandemia y llevar a cabo la desescalada con ciertas garantías. No se nos ha hecho caso (tampoco en esto). El gobierno valenciano sabía que los tests era uno de los criterios para pasar de fase. Además, la directora general de epidemiología, Hermenegilda Vanaclocha, forma parte de ese comité de expertos. No se puede entender cómo si había alguna duda o discrepancia no hubo comunicación. No vale echar la culpa a otros y hacerse el indignado. Puig, como president de la Generalitat, es el responsable de no haber hecho más pruebas y de haber generado falsas expectativas causando un grave perjuicio económico y emocional a los trabajadores que creyeron a su presidente de la Generalitat.

Los valencianos, alicantinos y castellonenses necesitamos contundencia, certidumbres, seguridad y explicaciones para conocer la verdad. Necesitamos dirigentes que sepan lo que tienen entre manos porque se nos viene encima una futura devastación económica y un drama sanitario ante el que no caben mentiras ni seguir de brazos cruzados. La falta de credibilidad y la sensación de pasividad es lo peor que le puede suceder a un responsable público. Y a estas alturas, los ximoanuncios ya no son creíbles. Como muestra, un botón. Puig aseguró que los damnificados por los ERTE cobrarían el 80% de la prestación los días 3,4 y 5 de mayo, y no solo no han percibido nada sino que ahora dicen que, tras dos meses sin ingresar un euro, no cobrarán hasta verano. Con este panorama, se hace muy difícil creerles o confiar en este Consell.

Es necesario empezar a impulsar la actividad económica para generar empleo y recursos con los que, entre otras cosas, poder mantener la sanidad pública. Y para eso hacen faltan test. Dejarse de ideas simplistas, con dirigentes al frente de las instituciones que están pendientes solo de anécdotas propagandísticas de cara a la galería (ahora hablan de «pasar de pantalla» como si fuéramos críos) y se olvidan de lo importante. Día a día hemos venido comprobando cómo Puig no tiene un plan de desescalada serio, ni un plan económico coherente y realista, ni siquiera una planificación sanitaria creíble cuando el 83% de los valencianos en contacto con algún contagiado no han tenido ningún seguimiento y solo han hecho pruebas a cuatro de cada diez sintomáticos. Queremos un gobierno responsable. No se puede jugar con la vida de la gente. En política se gestiona, se planifica y se actúa. Por eso, desde el PP hemos presentado un plan completo y concreto, realista, con medidas sanitarias, económicas, sociales y jurídicas a corto, medio y largo plazo para reactivar nuestro país y la Comunitat. Un plan para sumar, al margen de la confrontación política. Esperemos que por una vez y por el bien de la sociedad, nos escuchen, tomen nota y sean capaces de aplicarlo.

*Presidenta del PPCV