El mercado del automóvil, clave en el PIB (8,6%) y el empleo (9%) en España, vive un momento de inflexión y de incertidumbre, motivado por la transición hacia el coche eléctrico, los nuevos umbrales de emisiones de CO2 decididos por el Gobierno y las dudas de los compradores ante lo que los empresarios del sector consideran como un momento confuso respecto cuál será la legislación del automóvil en el contexto de la lucha contra la contaminación. El informe anual presentado por la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (Anfac) vaticina un descenso del 3% de las ventas a lo largo de este 2019. La tendencia negativa empezó en septiembre del 2018, pero un primer semestre muy bueno permitió cerrar ese año en positivo. El primer semestre del 2019 se ha cerrado con un descenso de las matriculaciones del 5,7%, cifra que el sector confía en poder remontar en parte.

Para ello, los fabricantes piden un plan de choque que retire de las carreteras los vehículos más antiguos del parque móvil, una medida con efectos positivos tanto desde el punto de vista medioambiental (son los coches antiguos los que más polución generan) como en el de la seguridad.

El sector de la automoción es clave en la economía española, y también lo es en el cambio de paradigma del motor de combustión al eléctrico gracias a su inversión en tecnología e investigación. En la lucha contra la contaminación el automóvil no es el enemigo, sino parte indispensable de la solución.