Las pequeñas empresas de Castellón apenas se han adentrado en la economía digital. Solo un 9% de los negocios de la provincia han dado el paso para adaptarse a los nuevos hábitos de consumo de sus potenciales clientes y así lo detallan los expertos en tendencias comerciales y márketing.

Sin embargo, como todas las situaciones, esta tiene una lectura positiva: hace apenas tres años, solo un 1% de las pymes había adaptado sus estructuras a los requerimientos que la actual coyuntura requiere. El paso ha sido de considerable longitud.

Las pequeñas y medianas firmas suponen cerca del 90% del tejido empresarial castellonense. Este potencial ha obligado a la Diputación Provincial y a la Cámara de Comercio a lanzar un ambicioso plan a tres años para revertir el entramado y extender la cultura de la innovación entre la mayor parte del sector.

El proyecto, con financiación de los fondos europeos Feder, se activará en unas semanas y servirá para implementar entre las pymes las últimas tecnologías de la información y la comunicación (TIC). El programa permitirá a estos negocios conocer y desenvolverse en este hábitat comercial marcado por la presencia de nuevos modelos de comercialización que, supuestamente, permitirán a los empresarios locales ganar en productividad y ser más competitivos en todos los ámbitos.

Castellón ha estado durante bastante tiempo, a nivel general, de espaldas a lo que antaño eran nuevas tecnologías y que acutalmente son ya herramientas más que imprescindibles para crecer. El año 2020 puede ser una buena referencia para que nuestras 39.000 pymes afronten el reto tecnológico y digital.