Una ola de frío es un fenómeno por el cual la temperatura del aire experimenta una disminución considerable provocada por la invasión de una masa de aire frío. Se trata, en suma, de una situación atmosférica que produce unas temperaturas extremadamente bajas en relación con la media de la época y que suele durar más de un día. Se forman por invasión de masas de aire muy frío. Su extensión puede ser de centenares o miles de kilómetros cuadrados.

Las masas de aire que pueden producir olas de frío se pueden clasificar en dos tipos según dónde se formen: masas de aire ártico y antártico o siberianas y masas de aire polar. Las primeras son las más fuertes y se originan en las proximidades de los polos, sobre las aguas heladas del océano Ártico y los casquetes de hielo de Groenlandia y la Antártida. Se caracterizan por un bajo contenido de humedad.

Las masas de aire polar tienen menos intensidad, son frías, secas y de estratificación estable porque se forman en las regiones de altas presiones del interior de Asia central y Canadá. H