La Navidad, días que deberían ser mágicos para todos los niños de este mundo, pero que, por desgracia, en la vida de muchos niños enfermos de cáncer tienen un sabor agridulce. Por eso mismo, nos hemos encargado de en los días de la pasada Navidad también sean especiales para ellos, aunque tengan que estar encerrados en esas cuatro paredes del hospital cada día.

La asociación Tú donas, yo vivo y toda esa gran familia medulera que cada día lucha contra esta maldita enfermedad hemos querido regalar muchísimas sonrisas esta última Navidad bajo el lema Porque la quimio se pasa mejor jugando.

Hemos querido que todos nuestros guerreros que se encuentran ingresados en la segunda planta del Hospital Universitario y Politécnico de La Fe estuvieran más entretenidos estos días, fueran más o menos y divertidos. Por eso, hicimos la entrega de muchísimos juguetes que días previos recaudamos gracias a la solidaridad de muchos ciudadanos de Castellón y, en concreto, en el colegio de los primos de nuestra pequeña gran guerrera Paola, que desde el cielo tiene que sentirse muy orgullosa de todos vosotros. Fuimos el día 30 de diciembre y el día 6 de enero.

Este año nuestra campaña ha sido muy mágica y especial: se recogieron muchísimos juguetes nuevos, muchísimos. No podemos estar más agradecidos con todas las personas que han hecho estos días más bonitos a nuestros pequeños. Aún nos sobraron para renovar todos los juguetes del pasillo de oncología infantil y para volver en unas semanas otra vez. No puedo dejar de mencionar a la Guardería Gloria Pla, la AMPA del colegio Cervantes (Sagunto), World Sport, Encuentros deportivos Castellón, la peluquería Su Estilo Propio y Floristería Elena, y también a todas las personas de Castellón y Sagunto que se pusieron manos a la obra para regalar muchísimas sonrisas. A cada uno de ellos mil gracias, porque sin vosotros todo esto no hubiera sido posible. A Francisco Cabañero, que es uno de nuestros pilares, gracias por estar siempre al pie del cañón. También a medios como Onda Cero y Mediterráneo, por nunca decirnos no y apoyar nuestra lucha desde el primer día.

No terminaría de dar las gracias. Sois tantas las personas que nos habéis dado la mano y jamás soltaréis que no tendremos suficientes palabras nunca para agradeceros tanto. Gracias por uniros a la lucha de todos nuestros pequeños guerreros e intentar hacerles la vida más fácil.

No puedo olvidarme de Begoña Carrasco y Salomé Pradas. Ojalá muy pronto podamos darles la gran noticia por la que llevamos tanto tiempo luchando. Nuestros pequeños se merecen eso y mucho más. Y sé que vosotras lo vais a conseguir, porque cuando algo se hace con el corazón no puede ser de otra manera. Gracias por no dejarnos solos nunca en ningún momento.

Me gustaría animaros a que os inscribáis como donantes de médula. Hay tantos niños a la espera de su alma gemela, es tan sencilla la donación... No tengáis miedo y aunque suene duro, cualquier día puede que seas tú quien pida un donante compatible para un ser querido. No os podéis imaginar el miedo que se siente cuando esa persona no aparece. Llenemos el banco del Registro de Donantes de Médula Ósea (Redmo) de muestras de células madre para que si llega ese día, que no tengamos que vivir con ese miedo, que cuando un médico nos diga que la única esperanza de vida de nuestro ser querido sea un trasplante de médula esa persona ya esté inscrita. No es justo que existiendo la cura no la tengan... No lo es.

Unámonos todos para lograrlo. Porque solamente entre todos podemos hacer algo grande. Desde aquí animaros a todos a que os hagáis donante de médula.

Porque un niño con leucemia deja de ser un niño libre: ya no hay plazas, parques, escuela, ni juegos con amigos.

UN NIÑO CON LEUCEMIA deja todo lo que más amaba para cuidarse a sí mismo. Cambió su dormitorio por una habitación de hospital, cambió sus pulseras, sus juguetes por vías periféricas, pinchazos, extracciones (todos los días), cambió su ropa preferida por una pijama, sus zapatillas por pantuflas y su cepillo de dientes por solo gasas.

Un niño con leucemia requiere muchos cuidados, no golpearse, no lastimarse, dieta neutropénica... Cuando tú comes una deliciosa manzana fresca, él tiene que comerla cocinada. Ya no puede comer esas frutas o verduras que tanto le gustaban.

Un niño con leucemia se cuidará del exterior, de ti, de mi. Por eso no puede recibir visitas, su mascota tendrá que irse de casa, y la higiene en donde habita es mucho mayor a la normal. Hay alcohol en gel, desinfectantes, etcétera.

Un niño con leucemia aprende, enseña, deja mucho de que hablar. De niño pasa a ser guerrero, valiente e independiente. ¡Ya no temerá los pinchazos ni a las enfermeras ni al mismo quirófano!

Un niño con leucemia tiene un solo sueño, un donante de médula ósea compatible. Ellos quieren vivir, seguir abrazando a mamá y papá, a sus hermanos, abuelos y jugar con amigos, volver a la escuela y sonreír a la vida. Cuando todos desean tener un sueldo más alto, tener un coche nuevo o una casa propia, ellos solo esperan por su donante.

Los padres de un niño con leucemia viven el día a día, dan más amor a sus hijos. El amor en la familia cambia las cosas, se ven de otra manera. El egoísmo desaparece y el amor crece.

Un niño con leucemia es solo un niño que dependerá de un donante para seguir siendo niño hasta lograr ser un adulto como tú quien está leyendo esto. Ayudadnos a que todo niño encuentre su alma gemela, por favor.

Gracias una vez más a todos, y gracias a ti pequeña gran guerrera Vega. Eres nuestra lección de vida. Siendo tan chiquitita has luchado como una leona, nos has demostrado que la vida es muy bonita y que juntos somos más fuertes. Cariño, gracias a ti muchas personas encontrarán a su alma gemela, porque por ti y por todos tus compañeros jamás dejaremos de luchar.

Sigue así de fuerte, bebé.

*Miembro de la asociación Tú donas, yo vivo