No suelo entrar en debates tramposos. Pero el trilerismo de la derecha en Castellón a cuenta de los impuestos municipales muestra tal desvergüenza que conviene aportar algunos datos. La Agencia Tributaria del Ayuntamiento de Madrid elabora el ránking tributario de los municipios españoles desde hace años. Es la publicación de referencia para hacer seguimiento del esfuerzo fiscal que soportan los ciudadanos en relación con sus ayuntamientos. Del análisis de las 52 capitales de provincia se observa que, respecto del IBI, Castellón ha pasado de ocupar el puesto 32 en el 2014 al 38 en el 2017; sobre el impuesto a vehículos, del puesto 2 al 13; en cuanto al impuesto a construcciones y obras, del 9 al 32; y sobre plusvalías del 38 al 49. Esto es así, quieran o no los demagogos. Lo puede comprobar la inmensa mayoría de las vecinas y vecinos de nuestra ciudad, simplemente con comparar los recibos del IBI, por ejemplo, de los últimos años. El coeficiente del IBI urbano ha pasado del 0,7875% al 0,69%, lo que representa un 12% menos, y los valores catastrales han bajado un 9% y volverán a bajar en el 2019. A la portavoz del PP, Begoña Carrasco, parece que se le ha olvidado que levantó la mano en tres plenos para votar en contra de la mayor parte de las rebajas fiscales que ha impulsado el Gobierno municipal y ahora se dedica a proclamar que bajen los impuestos y las tasas como si no hubiera un mañana. Si no se acuerda de que se ha opuesto a todas las bajadas del IBI, siempre puede leer las actas de los plenos. El PP subió los impuestos cuando gobernó y se opone a que bajen mientras están en la oposición. Esa es la única y lamentable realidad. El bipartito de las derechas en la oposición municipal sigue en su voluntad de mentir a la ciudadanía al respecto. Allá ellos.

*Concejal de Gestión Municipal en el Ayuntamiento de Castellón