El tripartito de Vinaròs, formado por Podemos, PSOE y Compromís ha recortado por segundo año consecutivo la aportación económica municipal a la organización de la Semana Santa. Un 33% ni más ni menos, al pasar de los 18.000 euros que se destinaron en 2015 con el gobierno del PP a los 12.000 euros actuales.

En el 2016 el tripartito lo negó cuando lo denunciamos públicamente. Después, ante la evidencia, dijeron Diego donde habían dicho digo y a los vinarocenses les quedó muy claro que tenían un gobierno local que miente y que recorta en unas celebraciones que obtuvieron en el 2014 la declaración de Fiesta de Interés Turístico Autonómico y que generan un impacto turístico y económico que multiplica por 1.000 la actual inversión municipal.

Las políticas del tripartito en materia turística o de comercio brillan por su ausencia. No hay una dirección clara, ni unos objetivos fijados que sirvan para que el sector pueda tener una confianza que anime a realizar inversiones productivas. El comercio y el turismo no necesitan de prejuicios ideológicos sino de gobiernos capaces de liderar y acompañar a quienes arriesgan su dinero para crear puestos de trabajo en nuestra ciudad. Recortar en la Semana Santa es recortar oportunidades de crear empleo, es reducir las posibilidades de mejorar uno de nuestros productos estrella y ante todo la constatación de que nadie en el gobierno de Vinaròs ha pensado en algo más allá de lo que supone su corta amplitud de miras.

Cuando todos los municipios y administraciones apuestan decididamente por potenciar las fiestas y tradiciones, en Vinaròs, el gobierno local, camina en dirección contraria. Hace tiempo que sus caminos son contrarios a los de los vinarocenses, la Semana Santa es solo una prueba de ello más.

*Diputado provincial del PP