El concepto de representación está relacionado con la idea de democracia así como a las ideas de justicia y libertad. Representar significa hacer presente algo que no lo está; literalmente: lo ausente. Existe siempre en la representación una tensión entre ausencia-presencia que solo puede atenuarse en la medida que exista un pleno entendimiento entre ambos extremos a nivel de relación.

Hoy en día, tanto se ha valorado el concepto de representación que ha pasado a ser la forma generalizada de participación popular.

No obstante, ante una hipotética crisis de la representación política, aparece un nuevo actor como mediador entre representante y representado/a: los medios de comunicación. En la actualidad, no se puede prescindir del apoyo de estos quienes se han erigido en la voz y oído de la sociedad. La representación es una garantía del derecho fundamental de participación. La Constitución española garantiza la participación de la ciudadanía en el gobierno a través de sus representantes.

Hay que saber que el/la representante moderno/a actúa dentro de una elaborada red de presiones, demandas y obligaciones. Es un/a político/a profesional, un/a miembro de un partido político que debe ser sensible a su partido político y a diversos grupos e intereses públicos y privados. Pero la realidad es que la representación significa actuar en interés de los/las representados/as, de una manera clara ante ellos/as.

Por lo tanto, como ciudadanos/as con derecho al voto, analicemos las posibilidades existentes y optemos y votemos, por aquel/aquella o aquellos/as representantes con los/las que nos sintamos más afines y que, sea o sean merecedores/as de nuestra confianza, para determinar nuestro propio destino a través de ellos/as.

*Secretaría Área de Políticas Sociales y LGTBI PSPV-PSOE Castellón