No todo se soluciona desde la política, como tampoco desde la sociedad. Ambas deben ir unidas y buscar soluciones a los problemas que van surgiendo en el día a día.

En estos momentos de repunte importante de la pandemia del covid, con una situación de tormenta de nieve --una nevada intensa como no se ha visto desde el siglo pasado--, con carreteras cerradas y pueblos aislados por las inclemencias de Filomena , con cortes de luz a poblaciones en riesgo de exclusión, con una subida del precio de la electricidad justo cuando más necesaria es, en plena ola de frío, abocando a las personas a una vida indigna y exponiendo a miles de niños y niñas a la enfermedad. En fin, una situación de caos total que tal vez nos lleve a pensar que tiene difícil solución. Difícil, compleja, pero no imposible.

Lo que más preocupa ahora porque es invierno y Filomena ha empeorado esta realidad, son todas esas familias que malviven víctimas de la pobreza energética en España, sin poder pagar el precio de la calefacción en sus hogares. Se trata de una situación de injusticia a la que se ve sometida la ciudadanía, producto de la privatización de la empresa eléctrica que hizo el PP en la primera década de este siglo. Ha sido un fin de semana caótico en España, también en Castellón, especialmente en los municipios de interior y del norte de la provincia, donde Filomena causó mayores estragos.

Aún impactados con el asalto al Capitolio en Estados Unidos, siendo espectadores perplejos de lo que allí acontecía el pasado 6 de enero, cuando una muchedumbre procedente de un mitin con Trump --al final todo se sabe-- invadió las instalaciones del Capitolio justo en el momento en que los parlamentarios asistían a la reunión para la certificación oficial de la victoria del candidato demócrata Joe Biden en las elecciones del pasado noviembre. Unas elecciones que tuvieron unos resultados que han sido impugnados por Trump desde el minuto uno sin prueba alguna, además deslegitimando continuamente al presidente electo y a su futuro gobierno. Mintiendo día sí y día también que esas elecciones son un fraude. Mentira pura. Un modo de obrar típico de la ultraderecha: mentir compulsivamente para ganar rédito político, como cuando uno de sus representantes públicos, uno que grita cuando habla, tiene el descaro de decir que es «hombre, blanco, hetero, pero buena persona» no un machista, no un supremacista. No por decirlo en voz alta va a ser cierto. Mienten también cuando el líder de la ultraderecha en España dice que este Gobierno progresista de coalición «es ilegítimo» pidiendo nuevas elecciones o cuando dice que Sánchez e Iglesias «son una amenaza para la Unión Europea».

La sociedad y la política interactúan para lograr cambios que mejoren nuestras vidas. Es una responsabilidad compartida para mejorar la democracia y para potenciar la gobernanza multinivel.

Este nuevo año que empieza nos trae muchos retos a las y los representantes públicos en les Corts, el principal seguir trabajando para acabar con el coronavirus, aplicar políticas públicas que palíen los efectos de esta nueva crisis socioeconómica que se vislumbra, diseñar una política energética que permita bajar la factura de la luz y frenar el avance de la extrema derecha. H

*Diputada de Unides Podem por Castellón en les Corts