El otro día me contaban un caso de falso positivo en un paciente que entraba de urgencias por una patología previa y diferente al covid-19. El PCR dio positivo e inmediatamente fue aislado en el hospital que había ingresado. Era el primer confinado español, porque hace dos años que no sale de casa por sus circunstancias personales, que daba positivo y estaba siendo aislado ante la desesperación de sus familiares que inmediatamente se aislaron también y procedieron al protocolo marcado por el servicio de epidemiología. Era un paciente asintomático como todos sus familiares, casi 48 horas después le sometieron a una nueva prueba que dio negativo y lo hicieron porque el día anterior había fallado el sistema. Mientras tanto algunos de los familiares seguían sin saber resultados, pero valió la pena esperar, todos fueron negativos y pudieron acompañar al paciente que hoy sigue recuperándose de lo suyo en casa.

Pero todo esto ocurría el mismo fin de semana en que el Botànic decretaba la obligación de la mascarilla porque los contagios sociales en las discotecas y zonas de ocio nocturno se multiplicaban y al mismo tiempo que el president Puig disfrutaba de unos días en Formentera sin mascarilla. Pues todas las medidas en pro de parar la pandemia son y serán bienvenidas porque esto es responsabilidad de todos y no sólo de unos pocos. Quienes nos gobiernan tienen la potestad de imponer la mascarilla, pero también tienen la competencia de organizar la sanidad pública, de reforzar los departamentos de salud… Porque el virus no entiende de vacaciones y nadie decide cuándo ponerse malo. Claro que los sanitarios tienen derecho a descansar, pero esto no significa que la sanidad puede permitirse horarios, ni que permanezcan cerrados ambulatorios y generando listas de espera en la atención primaria que a su vez las genera en los hospitales.

El virus es cosa de todos, sí. Pero no puede tener la misma responsabilidad quien se olvida la mascarilla que quien amplía el aforo del ocio nocturno sin prever las consecuencias o simplemente sin mejorar las condiciones sanitarias. Pues las recomendaciones están para cumplirlas claro que sí, pero hay quien se excede en sus funciones y se lava demasiado las manos.

Ay, este Castellón mío, este Castellón nuestro… Ay, ay. H

*Portavoz adjunto de Ciudadanos (Cs) en el Ayuntamiento de Castellón