El espantoso crimen de género acaecido ayer en Benicàssim ha vuelto a poner el foco de las cámaras de toda España sobre Castellón a la vez que estremecía a la provincia por la brutalidad que empleó el agresor, quien incluso pretendió acabar también con la vida de sus propios hijos. La mujer, de 43 años, falleció en el acto mientras que los menores se recuperan de las lesiones en el Hospital General.

Son ya nada menos que 26 las mujeres que han muerto en lo que 2016, dato que incluso podría elevarse a 32 de confirmarse los seis casos que se encuentran en investigación.

En la lucha para la erradicación de la violencia contra las mujeres hay que incidir en la prevención, sensibilización e información. La sociedad debe poner el acento en el ámbito educativo, en las familias -el número de denuncias interpuestas aún es bajo-, en el plano sanitario -en la detección de lesiones-, en las prestaciones sociales y laborales para la reinserción de las víctimas de maltrato y en las campañas de sensibilización. Y no se puede dejar de lado la prevención policial -especialmente de las potenciales víctimas con mayor riesgo- ni la respuesta punitiva por parte de los propios jueces y fiscales. Una respuesta integral contra esta lacra que nos indigna.