La hospitalidad no es una idea cualquiera. Guarda relación con la actitud del buen anfitrión y con la voluntad de acoger como credencial o tarjeta de presentación. Tiene que ver con el acervo acumulado en la historia de las sociedades mediterráneas. Abiertas al otro, al extranjero, al desconocido. Tal vez nunca fuese un comportamiento tan idílico si repasamos la historia. Nuestros días siguen levantando acta de la bipolaridad moral de la condición humana. Pero como quiera que necesitamos una narrativa optimista del futuro no es menos cierto que la hospitalidad es un atributo identitario de este rincón del mundo. El poso de tantas civilizaciones y mezclas despeja dudas acerca de quiénes somos: somos un poco de todo. Un poco de todos. Deudores de culturas y diversidades que dan como resultado una naturaleza sensible a la diferencia. La hospitalidad lleva miles de años insertada en los textos sagrados y ya los poetas griegos la contraponían a la maldita xenofobia hablando del amor al extranjero (filoxenia). Estuvo en los pueblos del desierto, las ciudades portuarias, las que fueron levantadas en las encrucijadas de caminos y rutas de mercaderes.

Más allá del mito y la verdad, lo cierto es que la hospitalidad hoy es para nosotros una pieza clave de la socioeconomía turística. La Agencia Valenciana de Turisme tiene en marcha una estrategia que persigue consolidar este atributo como un elemento de diferenciación y singularidad del destino. En primer lugar creamos y desarrollamos como departamento pionero y de acuerdo con la Organización Mundial de Turismo, un Código Ético del Turismo Valenciano. Ahí residen los valores que deben impregnar las acciones concretas que desarrollen los diferentes actores sociales y económicos del sector. Su razón de ser no es decorativa sino legislativa. La nueva Ley de Turismo, Ocio y Hospitalidad creará estructuras para el impulso y chequeo de su cumplimiento. Suscribirlo es un requisito para otorgar ayudas y subvenciones. En segundo lugar activamos una campaña de comunicación y sensibilización en la propia sociedad de la Comunitat Valenciana llamada Contagia tu Hospitalidad. El objetivo no es otro que promover la idea y el distintivo específico de Embajadores de la Hospitalidad. Para ello contamos con la ayuda de algunas celebridades como Quique Dacosta, Susi Díaz o el atleta paralímpico David Casinos. Cualquier persona puede ejercer de embajador o embajadora de una forma de entender nuestra manera de ser y de estar en el mundo.

Recientemente, hemos presentado 275 acciones formativas en todo el territorio para que el sector y aquellas profesiones que se relacionen directamente con el turismo puedan compartir contenidos docentes sobre la hospitalidad. Es la tercera pieza de una estrategia sobre la hospitalidad mediterránea que debemos reivindicar, asumir y convertir en ventaja competitiva. No olvidemos que un territorio es turístico si tiene la actitud colectiva de querer serlo. En definitiva, estamos ante un programa cuya vocación es la transformación del modelo turístico desde la base. Un cambio, una evolución desde el propio capital humano que, no lo olvidemos, constituye el principal activo de una economía. No dejemos que la robótica lidere aquello que las neuronas, las arterias y la piel de hombres y mujeres pueden, deben y saben hacer.

*Secretario autonómico de Turismo