Hace un par de semanas descubrimos que Benicàssim se encontraba entre las ciudades del mundo con menos contaminación. Este dato lo publicaba la BBC de un extracto de los estudios realizados por la Organización Mundial de la Salud. En tiempo real, estos estudios van variando, pero la verdadera buena noticia es que siempre oscilamos entre los 15 destinos del mundo más saludables. La noticia nos halaga, pero los que somos de Benicàssim ya sabíamos que vivimos (como se dice en publicidad) probablemente en el mejor lugar del mundo.

Buena parte de este éxito ambiental nos viene dado por naturaleza. Nuestra ciudad se encuentra a los pies de un parque natural como el Desert de les Palmes y a orillas del mar Mediterráneo. Sin embargo, estos solo son los mimbres sobre los que sujetar el delicado equilibrio ambiental por el que este ayuntamiento trabaja día a día.

Hace poco más de un año, como alcaldesa, entré a formar parte de la junta de gobierno de la Red de Ciudades por el Clima, cargo que asumí con el compromiso de estar siempre vigilantes y activando políticas de protección ambiental que mejoraran la calidad de vida de mis vecinos. Prueba de ello es la apuesta que se emprendió hace más de tres años de implantar un plan de eficiencia energética que no solo evita las emisiones contaminantes con la sustitución de luminarias por otras sostenibles, sino que además se premia al transporte público y a aquellos vehículos y viviendas que son energéticamente eficientes.

Además, llevamos más de cuatro años incrementando nuestros índices de recogida selectiva de residuos. Mejorando la calidad ambiental. Junto a estos avances, nuestro compromiso con los entornos urbanos. Utilizando sistemas de cuidados de nuestros jardines más ecológicos y sostenibles. Incrementando los metros cuadrados de zonas verdes e impulsando entre los escolares benicenses la educación ambiental. Así que este título de ciudad menos contaminada es un premio que humildemente merecemos, no solo por la acción municipal, sino también por los ciudadanos que colaboran en cuidar nuestra ciudad. Sin ellos, esto no sería posible.

*Alcaldesa de Benicàssim