El magnífico Carnaval de Vinaròs se aproxima y no descarto que Sánchez vuelva a hacer uso del Falcon, no para correrse una juerga en la tierra del langostino, sino para mantener alguna nocturna e inverosímil reunión con Ximo Puig en la misma ciudad donde el primero ha incumplido respecto a la gratuidad de la AP-7, y el segundo en relación al plan de industrialización, la sanidad, con el Hospital Comarcal colapsado, y la educación, con el colegio Jaume I en barracones, habiendo prometido el inicio de obras año tras año desde que es presidente.

Podrían hablar de la maltrecha financiación autonómica. Sí, la misma que dejó de ser el gran problema de los valencianos en el momento en que Sánchez alcanzó la Moncloa aupado, entre otros, por Compromís. Y no porque la haya solucionado, tal y como hubiera sido deseable, sino porque PSPV y Compromís, tan reivindicativos ellos cuando gobierna el PP, enmudecen ante los incumplimientos de los suyos.

Yo, como vinarocense que soy, invito a todos a que disfruten y conozcan el mejor Carnaval de la Comunitat. Y si el que nos visita lo hace en compañía de amigos y disfrazado, mucho mejor se lo pasará. Sánchez ya ha elegido disfraz, el de moderado. Sus socios, los independentistas catalanes, también lo tienen claro, optan por el de represaliados, en su variante de preso político o exiliado, según se sea presunto delincuente o prófugo de la justicia respectivamente, claro está. La única duda es si con el entierro de la sardina se los quitarán. Apuesto a que no, que vienen elecciones.

*Portavoz del PP en Vinaròs