CARTA AL DIRECTOR

Seguro que alguna vez se ha enfadado con el camarero por haberse equivocado en algo o mirado mal a la camarera por no haberle traído la sacarina que le había pedido. He trabajado durante muchos años en la hostelería, y lo he combinado siempre con los estudios.

Se trata de un sector donde no solo se desempeña el servicio a mesa o el cobro, sino roles como el de psicólogo, por escuchar las historias de cada cliente; de adivino, por tener que saber siempre si el cliente quiere la leche entera o desnatada; de deportista, por tener que correr siempre a por la cuchara que le faltaba a la última mesa de la sala; o de analista de lenguaje no verbal por tener que saber interpretar si un gesto significa «ponme otra cerveza» o «tráeme la cuenta».

Si todo el mundo trabajara alguna vez en su vida en el sector, habría más humildad y respeto. Así se dejaría de juzgar o tratar de ciertos modos a los y las camareras.

Hay que pensar que Todos tenemos una vida detrás. ¡Viva el sector hostelero!

* Yaisha Ramón