Nunca será suficiente la seguridad en el mundo del bou al carrer. El toro es un animal bravo, irracional e imprevisible en sus reacciones, por lo que controlar un festejo con un ejemplar de 500 kilos con estas características resulta muy complejo. No obstante, los responsables de todos los estamentos relacionados con el toro --Generalitat, ayuntamientos, asociaciones, médicos, peñistas, aficionados....-- ponen todos los medios a su alcance para que la seguridad sea máxima. Así y todo, ocurren desgracias como las acontecidas esta misma semana con un joven fallecido en Xilxes y otro herido en Onda. De ahí, que foros como el organizado ayer en Castelló por la Confederación de Asociaciones de Vecinos de Castellón son de vital importancia para ir profundizar e incidir en incrementar las medidas de seguridad y de servicios sanitarios.

Y en materia sanitaria se habló y mucho en el foro de ayer en el centro Urban de la capital. Voces expertas en la materia que están al pie del cañón demandaron enfermerías dignas con personal profesional, cualificado y con afición al toro, así como más camillas repartidas por los recintos taurinos para evacuar con rapidez a posibles heridos, ambulancias bien equipadas y tener siempre presente el hospital de referencia más cercano.

También el papel de los colaboradores que marca el decreto salió a la palestra porque de ellos depende mucho la seguridad al tener la responsabilidad de sacar del recinto a toda aquella persona que no esté en condiciones y menores de 16 años.

Propuestas todas ellas a tener en cuenta y que deberían aplicarse para mejorar en la medida de lo posible el correcto funcionamiento de los festejos.