Querido lector:
Como ocurre desde hace varios años el periodo de Semana Santa y Pascua se convierte en Castellón en un laboratorio turístico. Vivimos turismo religioso de procesiones y tamborradas que saca a vecinos y visitantes a las calles. Tenemos turismo de costa y playa en función de la climatología, que este año se está portando: el práctico lleno de Peñíscola es el mejor ejemplo. Planificamos turismo deportivo también estos días de vacaciones escolares y de viaje conjunto de las familias acompañantes: Castellón ciudad está al 90% de ocupación hotelera gracias a él y el mismo ejemplo tenemos en Orpesa y el complejo vacacional Marina d’Or que lo combina con su oferta lúdica y de playa. Y finalmente estas son las fechas para la gran estrella de la temporada, el turismo rural por el rico interior de la provincia, que permite optar por las escapadas, el deporte, el senderismo y las meras excursiones por la montaña con el turismo grastronómico y de producto local, de corta estancia pero de alta rentabilidad.
La cantidad de desplazamientos previstos para estos días en la provincia y las cifras de ocupación hotelera y de apartamentos tanto en costa como en interior así como las reservas en locales de restauración, corroboran esta tipología turística y dan fe de la importancia del periodo de Semana Santa y Pascua para el turismo castellonense, mayoritariamente nacional y de la propia Comunitat y provincia.
Únicamente hay un pero, que ya comienza a corregirse con la puesta en marcha del aeropuerto pero que aún tardará tiempo en dar sus frutos. Es el turismo internacional, poco proclive en estas fechas pero en el que deberá incidirse cara al futuro vendiendo Castellón como destino turístico de oferta variada, tal y como podemos comprobar.
Para lograr ese objetivo, al igual que el resto del año, el reto es potente dado nuestro retraso en competitividad con otros destinos similares, pero sin duda posible y rentable. Partimos de más abajo, lo que nos permitirá un crecimiento más fuerte y sostenido. Eso sí, con trabajo y haciendo las cosas bien.
