Una Semana Santa más, y un nuevo pinchazo del gobierno de Amparo Marco en materia turística. ¿Ustedes han visto turistas en Castellón estos días? Yo, pocos, y digo pocos porque alguno hay, como los ocupantes de las autocaravanas… Bienvenidos sean, pero no con todo gratis, que los que vivimos aquí sí pagamos nuestros impuestos. Y vaya si los pagamos, ¡no dejan de subirlos!

Algo lógico si tenemos en cuenta las piedras que se empeña en poner en el camino Marco y su equipo. Y es que al ninguneo y la nula promoción de las Semana Santa de Castellón, declarada de Interés Turístico Provincial desde 2015, se une la decisión de posponer la instalación de los chiringuitos en la playa -cuando municipios como Benicàssim ya han abierto los suyos-- o la apuesta por el turismo de caravanas, que ha desembocado en una invasión sin precedentes de nuestro litoral.

Un hecho que está incomodando a muchos vecinos de la zona que observan cómo, lejos de adecuar el espacio y regularlo como prometieron, cada vez hay más autocaravanas que campan a sus anchas. ¿Y este es el resultado del plan estratégico de turismo que a bombo y platillo presentó la alcaldesa después, eso sí, del famoso plagio que nos costó 17.000 euros? No era necesario gastar más dinero en planes, era suficiente con observar lo que hacen otros municipios como Vila-real donde un alcalde -también socialista-- lleva a cabo desde hace unos años una firme apuesta por el turismo religioso. O Benicàssim, con el sol y playa y festivales de música como el SanSan.

El bipartito está desaprovechando numerosas oportunidades para incentivar el turismo ahora que, además, disponemos de infraestructuras de conexión como el AVE que, es necesario recordar, ha hecho posible un gobierno del Partido Popular, que también ha conseguido situar a España como segunda potencia turística mundial.

*Portavoz del Grupo Municipal Popular en Castellón