La izquierda siempre sube los impuestos. Las recetas de Pedro Sánchez y Ximo Puig están cortadas con el mismo patrón y suponen más gasto, mayores impuestos y desempleo.

Desde que Ximo Puig es presidente del Consell, los valencianos pagamos un 31% más de impuestos y tasas. En cuatro años, los valencianos hemos pagado 3.051 millones de euros más en impuestos directos, indirectos, tasas y precios públicos. Y pese a que nos están vaciando los bolsillos, según la encuesta publicada por la Generalitat, la sanidad se ha convertido en el segundo problema para los castellonenses, las listas de espera son interminables y no han construido con su gestión ni un solo centro educativo en estos cuatro años.

Mantener una televisión pública, con 48 millones de euros de pérdidas anuales, y los 11 nuevos chiringuitos creados por Puig y Oltra lo tenemos que soportar los valencianos pagando más impuestos. Porque al final es así como históricamente ha funcionado la izquierda, cambiando en sus prioridades la sanidad por la publicidad.

La campaña, con los viernes electorales, que los españoles le estamos pagando a Sánchez y al PSOE va a suponer, según la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal, más gasto y una subida de impuestos de 980 millones de euros.

Los que venían a rescatar personas, han dejado sin ejecutar 655 millones de euros destinados a políticas de empleo y han dejado de invertir casi 2.000 euros por desempleado valenciano.

Y mientras tanto, el empleo ha sufrido un freno importante. La izquierda no podrá parar la Comunitat Valenciana y la provincia de Castellón, pero ya nos han frenado. Con Pedro Sánchez en el Gobierno de España, según los datos del Ministerio de Trabajo, durante el mes de marzo el paro descendió un 72% menos que el mismo mes de hace un año y la afiliación a la Seguridad Social se ha reducido por tercer mes consecutivo.

De hecho, con el PP se construían 7.900 empleos cada día y con Sánchez se destruyen 6.800 empleos.

Solo el Partido Popular es garantía de más empleo y menos impuestos. Ya lo demostramos con nuestro voto en contra a los presupuestos de Sánchez para 2019 que preveía aumentar la cuota a los autónomos y subir el diésel a más de 241.000 castellonenses.

Por eso, Pablo Casado e Isabel Bonig han anunciado una revolución fiscal para bajar los impuestos a los españoles y a los valencianos.

Las primeras medidas económicas pasarán por bajar el IRPF por debajo del 40% y suprimir los impuestos de sucesiones, donaciones y patrimonio, rebajar el 7% del tramo autonómico del IRPF para los valencianos con ingresos anuales inferiores a los 35.000 euros al año, reducir el IRPF a las familias que tengan o adopten un hijo, y reducir el impuesto de sociedades y de transmisiones patrimoniales para la compra de una vivienda.

Estas medidas son las que necesitamos para seguir creando empleo y solo quien sea empleo puede cumplir sus compromisos de mejora de nuestro sistema de pensiones, sanitarios y educativo.

*Candidato PPCS a Les Corts