Acaba el mes de agosto y despedimos las fiestas de Sant Bartomeu. Una manifestación cultural, religiosa y lúdica que forma parte de nuestra identidad. Las fiestas son un impulso a la economía, una inyección directa al desarrollo y un acicate comercial. Son un motor que nos activa, garantiza ingresos a nuestros comercios y reivindica nuestras señas de identidad.

Sant Bartomeu siempre será un objetivo compartido. Y lo será por encima de colores políticos y polémicas creadas con el único interés de justificar lo injustificable.

Durante cuatro años, el hoy alcalde de Nules se ha dedicado a malgastar fondos de nuestro municipio. No lo decimos nosotros, lo ha dicho el Consell, que a través de la intervención ha llegado a Nules para poner freno al desatino del despilfarro.

Nos encontrarán en el sentido común, en la responsabilidad y el rigor para gestionar, en la convicción del servicio público y buen gobierno. Nules es todo para quienes consideramos que la política es el arte del servicio público. Quienes gobiernan nos van a tener para trabajar por nuestro pueblo. Para garantizar el crecimiento de este municipio que es cuna de citricultores, de una profesión que se deja literalmente la piel en el campo para lograr la excelencia de calidad.

Somos vecinos que desean que Nules brille. Y lo haga con trabajo, esfuerzo y tesón. Con convencimiento y empeño. Trabajar con los vecinos para resolverles sus problemas, ofrecerles oportunidades y garantizarles la calidad de vida. Porque Nules es un sentimiento identitario que merece el mejor de los futuros, crecimiento y desarrollo. Porque las representaciones nos gusta verlas en el Alcázar, no en el ayuntamiento.

*Portavoz del PP en Nules