Teniendo como fondo la crisis mundial que afecta a la práctica mayoría de los países desarrollados, porque los emergentes están en permanente estado de alcanzar la supervivencia, los acontecimientos se están produciendo a un ritmo sin precedentes. Hablo del brexit, del boicot a Rusia por parte de la Unión Europea y del lógico efecto boomerang de Rusia en detrimento de las transacciones comerciales y económicas, la devaluación del rublo, la nueva política proteccionista de Trump, la inestabilidad en los países norteafricanos y Oriente Medio, la pretendida intención de aislamiento de Centro y Sudamérica por parte del nuevo gobierno de EEUU, la cancelación de los acuerdos de éste último con la Asociación de países del Sureste Asiático, la decidida intención de China a ser el líder económico mundial en el futuro no muy lejano, etc.

Así las cosas, se empieza a rumorear que empresas ubicadas en el Reino Unido están considerando localizarse en un país europeo continental y España tiene posibilidades de ser elegida por no pocas empresas como sede corporativa con lo que ello puede suponer en beneficio de nuestro país. Empresas americanas están igualmente a la espera de ver las decisiones que tomará el gobierno de EEUU para proceder en consecuencia. Syllicon Valley tembló al ser elegido Trump y anunciar el incremento de las tasas aduaneras. La alemana Volkswagen ha apostado por una fuerte inversión en sus plantas de México, a pesar de las amenazas estadounidenses.

Por lo tanto, estemos preparados para que la imagen de España sea lo suficiente atractiva y logremos atraer la atención del empresariado internacional. En pocas palabras, es como el guión de la película Bienvenido Mr. Marshall, pero en versión moderna.

*Secretaria provincial de Derechos Civiles del PSPV-PSOE Castellón