La provincia de Castellón tiene una identidad propia incuestionable, aunque seamos la suma de 135 identidades muy diversas, ya no solo desde el punto de vista cultural y social, sino también geográfico. Lo más grande de nuestra provincia es que puedes conocer a alguien de Fredes, de Villahermosa del río, de Benicàssim o de Faura que te describirán un paisaje, unas costumbres, unas tradiciones e incluso una manera de hablar completamente distintas, pero a todos los unirá lo mismo: su sentimiento de pertenencia a Castellón. Por todos ellos fue por los que hace tres años la Diputación decidió conmemorar el de la provincia, un día en el que celebrar nuestras singularidades, pero sobre todo lo que nos une.

Y no lo hemos tenido fácil. Durante un tiempo la imagen de Castellón no ha sido la mejor posible, ni la más justa. Ha habido unos años en los que el nombre de nuestra provincia llenó titulares y no para bien precisamente.

Siempre he sido de la opinión de que no todo está justificado para lograr un objetivo político, y sin duda, desvirtuar lo que uno es, dejar en entredicho la identidad de toda una provincia, convertir su nombre en motivo de mofa o crítica descarnada, es vergonzoso. Sobre todo si tenemos en cuenta que los que más énfasis pusieron en desprestigiarnos, en dejarnos mal delante de todo el mundo, eran vecinos de esta provincia, para los que ridiculizar a sus propios vecinos era lo de menos si conseguían su meta. Hoy, un tiempo después, mientras el denostado aeropuerto de Castellón se ha convertido ya en una infraestructura en constante crecimiento algunos han olvidado como dieron la espalda a sus propios vecinos. Los que sufrimos ese castigo, también lo vamos a olvidar, porque ahora, como antes, lo más importante es sacar pecho de lo que somos sin pensar en intereses individuales, sino colectivos.

Eso es lo que hicimos en la celebración del Día de la Provincia. Homenajeamos a nuestros vecinos más internacionales o más implicados. Galardonamos a esas personas que más allá de nuestras fronteras muestran todo lo que tenemos que ofrecer, que es mucho. Castellón es la mejor provincia para vivir, solo hace falta conocerlos para comprobarlo.

*Presidente del PP de Nules y diputado provincial